El embrollo en los trámites dificulta la entrada en vigor de la norma de terrazas

El embrollo en los trámites dificulta la entrada en vigor de la norma de terrazas
Una de las calles con mayor presencia de terrazas es la de A Baldosa

Falta menos de un mes para que el gobierno local de Vilagarcía empiece a aplicar letra por letra la que es la tercera ordenanza de terrazas que se aprueba en la capital arousana. Sin embargo la dificultad en los trámites y el análisis pormenorizado de la documentación que los hosteleros deben presentar para regularizar sus terrazas pone en riesgo que la norma empieze a hacerse cumplir el primer día del año. Tanto en el departamento de Recaudación como en el de Urbanismo trabajan en el análisis de los proyectos que los hosteleros han ido presentando en las últimas semanas. No obstante la regularizació de las terrazas va más lenta de lo que al gobierno le habría gustado en un principio.
A día de hoy desde el ejecutivo no saben determinar la cantidad de hosteleros que han abonado las tasas correspondientes al Concello por la ocupación del suelo público. Cabe recordar que el gobierno socialista había puesto de plazo 15 días para que aquellos titulares de establecimientos que no estaban al día en el pago de los impuestos pudiesen resolver este trámite. En caso de no hacerlo no tendrán opción a ver su proyecto de terraza aprobado.
Bien es cierto que muchos hosteleros, sobre todo tras la norma aprobada en su día por el gobierno del Partido Popular que nunca llegó a aplicarse, tenían ya redactado y elaborado el proyecto pensado para su local. Muchos de ellos ni eso. Ello implica un procedimento y también, en el marco de este mes de diciembre, cambiar el mobiliario en aquellos establecimientos en los que todavía figuran publicidades de bebidas totalmente prohibidas en la ordenanza aprobada recientemente. En teoría a partir del uno de enero empezaría a aplicarse tanto la ordenanza de regulación como la fiscal, que conlleva sanciones de diferentes cuantías dependiendo de la infracción cometida.

El embrollo en los trámites dificulta la entrada en vigor de la norma de terrazas

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