Emerxencias de Vilagarcía corta las alas a la velutina

El avance de la avispa velutina es imparable y la aparición de nidos es constante. Sin embargo, el Servizo Municipal de Emerxencias ha conseguido dar un salto cualitativo en esta lucha, reduciendo la cifra de avisperos maduros y frenando por tanto el crecimiento de la población de esta especie invasora, que recibe el sobrenombre de asesina porque acaba con los tan necesarios ejemplares autóctonos. “Va a seguir habiendo más casos, pero sí es cierto que si vamos retirando nidos primarios antes de que llegue la época de calor pasará como este verano, que hubo menos secundarios”, explica su jefe, Francisco Javier Guillán Busto.
El técnico se refiere a esos avisperos “del tamaño de una pelota de fútbol” y que son construidos por una reina de velutina que ha despertado del aletargamiento invernal para poner los huevos de una primera generación de obreras que crearán un nido secundario. Su eliminación puede evitar el nacimiento de más de 18.000 ejemplares y de los 29 retirados por Emerxencias desde febrero, solo dos o tres eran de este tipo.
Además, según Guillán Busto el equipo “ha evolucionado y adquirido más conocimientos” a la hora de afrontar de manera más eficaz esta plaga. De hecho, ahora solo hace retiradas durante la noche porque es el momento en que se puede garantizar que la reina está en su interior y que ningún otro ejemplar pueda huir para formar un nuevo nido. Además están mejor equipados, al contar desde hace un mes con un traje especial aportado por la Xunta. Hasta entonces utilizan los de apicultor con el de intervenciones por debajo porque “el aguijón es más grueso y podía atravesarlo”.
Emerxencias realiza además controles preventivos porque están notando que hay más apariciones en zonas urbanas, como en los alerones de tejados de casas. Con todo, su jefe reconoce que algunos “no se pueden retirar” porque “están en zonas de muy complicado acceso y si no existe riesgo para las personas se deja, aunque es un porcentaje muy pequeño”. Precisamente estos días los efectivos se encuentran valorando cómo afrontar el caso de un nido aparecido en Cea. Se trata de un secundario ubicado en un árbol y en una zona con problemas de acceso porque está “en un camino estrecho, en un terreno inestable y poco compacto para entrar con el camión escalera con total seguridad”.
En cuanto a su destrucción, el servicio congela los nidos durante una semana, aproximadamente, y luego los escasos restos en que queda reducido se tiran a la basura orgánica.