La falta de camas en el Hospital obliga a siete pacientes a pasar la noche en Urgencias

No había camas en planta y tampoco de observación suficientes para acoger a los siete pacientes que tuvieron que pasar la tarde del domingo, la noche y la mañana de ayer a la espera de que algún paciente recibiera el alta y dejara una vacante. La falta de camas en el Hospital do Salnés hizo que pasaran más de doce horas en Urgencias, un servicio que a su vez tuvo que hacer frente a un incremento en la demanda asistencial traducida el pasado domingo en 126 pacientes. El presidente de la junta de personal del área sanitaria, Ramón Barreiro, transmitió ayer el sentir de los profesionales del centro: “habría camas de sobra si la tercera planta estuviera operativa”.
Y es que la junta de personal en sus protestas por el cierre de la tercera planta e incluso los sindicatos por separado advertían de las consecuencias del cierre de camas. Se referían al hecho de que pacientes de Paliativos tuvieran que compartir habitación incluso con personas que no están ingresadas en este servicio y también incluían una repercusión en la calidad asistencial. La situación del servicio de Urgencias en la tarde-noche del pasado domingo fue imagen, insiste el personal del Hospital do Salnés, de las consecuencias del cierre de la tercera planta.
Hubo siete pacientes con orden de ingreso en espera por falta de camas, pero ni siquiera había de observación suficientes. Por este motivo dos de ellos compartieron uno de los ya escasos boxes del servicio de Urgencias. Una tercera persona tuvo que dormir en otro box y tan solo una cortina le separaba del profesional que atendía a otras personas que entraban en Urgencias a lo largo de la noche.
Los profesionales realizaron un importante esfuerzo para agilizar la atención en los boxes y que de esta forma se pudiera dar respuesta al importante número de personas que durante la jornada del domingo acudió al servicio de Urgencias del Hospital. El presidente de la junta de personal, Ramón Barreiro, apuntó que por suerte no se contabilizaron más ingresos y que el resto de pacientes atendidos en esa jornada fueron de carácter ambulatorio. Los que tuvieron que esperar eran remitidos a una de las sillas de la sala de vistas. De esta forma lograron disponer en todo momento de boxes donde atender a los pacientes que llegaban.
Hay que recordar que el personal del Hospital do Salnés está en contra del cierre de la tercera planta y por este motivo participó en las movilizaciones realizadas en toda Galicia para protestar por esta decisión de la Consellería de Sanidade. En el caso del Hospital do Salnés, se trata de una práctica habitual durante la época estival e incluso en Navidad. Sin embargo, hay que recordar que el repunte en los ingresos registrados ya hizo que la Xerencia de Xestión Integrada Pontevedra-O Salnés decidiera reabrir la tercera planta en las pasadas Navidades tan solo un par de días después de desalojarla. Desde el Hospital garantizan que este será el procedimiento habitual si constatan que efectivamente existe esa necesidad.