Felipe Suárez recibe el homenaje de la sociedad arousana

Más de 200 personas representativas de la sociedad civil arousana y de la lucha contra el narcotráfico en las últimas décadas asistieron ayer a la comida homenaje en honor al periodista Felipe Suárez, con motivo de su jubilación, después de casi cuatro décadas en la profesión, una buena parte de ellas al frente de Radio Arosa.
Desde el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, pasando por la conselleira do Mar, Rosa Quintana, el alcalde de Vilagarcía, Tomás Fole, y varios regidores y exprimeros ediles de las dos orillas de la Ría quisieron dar su respaldo a un hombre que dedicó su trayectoria, además de a informar de lo que ocurría en Arousa, a promocionar el deporte y a luchar sin tregua contra los clanes del narcotráfico, labor en la que todavía continúa.
Enrique León, que fue comisario y alcalde de Vilagarcía, presentó al amigo como un hombre comprometido con la sociedad y remarcó que una buena prueba de ello era la afluencia a este homenaje.
Cuando fue requerido para dirigirse al público, con el ruego de que fuese breve, Felipe Suárez se encontraba haciendo lo mismo que cuando comenzaron a llegar los primeros invitados, es decir, saludarlos y abrazarlos.
Hizo caso al moderador y no se extendió demasiado. Tuvo un gesto de agradecimiento a los que organizaron el acto y también para recordar sus inicios en la profesión y resumió sus cuarenta años de trabajo como una lucha contra el narcotráfico y un apoyo decidido al deporte.
Tras el discurso, no exento de alguna anécdota y de muchos recuerdos, llegó el momento más emotivo de la jornada con la entrega de una gran fotografía del enfrente de un micrófono, firmada por todos los asistentes.
Su gusto por el fútbol tampoco pasó desapercibida para las federaciones gallega y española, que le entregaron sendas placas de recuerdo, así como el Colegio de Árbitros. Pero la que más le llegó al corazón fue la que le dio Manuel Abalo a un arosista de corazón que antes en la cabina y a partir de ahora en la grada no podía disimular su pasión arlequinada. n