El Intecmar prevé un empeoramiento de la marea roja y que se prolongue varios meses

El sector mejillonero podría revivir su pesadilla del 2005, cuando la marea roja tardó meses en desaparecer. La directora del Intecmar, Covadonga Salgado, comparó el episodio actual con el de hace ocho años y advirtió que aún no ha alcanzado el punto álgido. Y es que no descarta que la próxima semana tengan que decretar más cierres en una marea roja que pasará a la historia por ser la primera vez que los registros del Intecmar, que comenzaron en 1998, detectan toxina en las bateas y en los bancos marisqueros de forma simultánea. Además, Salgado destacó lo extraordinario de una marea roja que se ha extendido con una gran rapidez y de forma virulenta.
Con solo cinco zonas de marisqueo abiertas en Galicia y ocho polígonos de bateas sin toxina (ayer por la tarde se cerró uno más en Arousa), Covadonga Salgado hizo balance ayer de una semana de extrema vigilancia en el Intecmar mostrando la satisfacción por las decisiones arriesgadas que adoptaron, en referencia a un gran número de cierres cautelares, porque incidió en que con las horas las muestras demostraron la existencia de toxina en la mayor parte. Para Salgado no es más que una señal de las garantías del sistema de control de Galicia, que garantiza que solo llega producto en óptimas condiciones al mercado.
A la hora de explicar la virulencia de esta marea roja, Salgado indicó que detectaron la presencia de dos dinoflagelados y, aunque indicó que en el 2005 los niveles de toxicidad eran más altos, en esta ocasión el problema fue la rapidez con la que se extendió. Las Rías Baixas son las principales afectadas y ya la semana pasada se decretaron los primeros cierres de polígonos en la Ría de Vigo. Esta semana, puntualizó, fue cuando se comenzó a extender y aseguró que si se hubieran hecho analíticas el pasado fin de semana no se habrían detectado todavía, remitiéndose a las que alguna agrupación mejillonera realizó y que, indicó Salgado, dieron resultado negativo en toxina.
Salgado destacó la responsabilidad de las decisiones que adoptó el Intecmar, ya que explicó que cuando se detectó toxina en los bancos marisqueros de Muros-Noia se procedió al cierre cautelar de 12 zonas. La directora del Intecmar entiende que el problema que el sector registró con una cantidad enorme de producto que devolver al mar y el regreso de tráilers que trasladaban mejillón para exportación se debió a la gran cantidad de zonas cerradas el pasado miércoles, un total de 27. Sin embargo, defiende estas decisiones siempre para garantizar el estado óptimo del producto que llega al consumidor.
La directora del Intecmar replica al sector y apunta a que si cerrar de forma cautelar, antes de tener la confirmación de toxina, es retrasarse “ou adiantarse”. Reconoce que “pechar ás tres da tarde distorsiona a cadea comercial, pero é preferible eso que permitir que ese produto saia ao mercado e pechar o venres”.
Mañana recibirán muestras de las zonas cerradas por precaución para determinar si se confirma la presencia de toxina.