Lantero: una semana de huelga y ni un paso atrás

Lantero: una semana de huelga y ni un paso atrás
Diario de Arousa-2014-10-20-003-299e3f83

El número siete en sus infinitas interpretaciones tiende a acotar cosas: el número de días que componen la semana, el de colores del arco iris, el de las notas musicales y si entramos en lo divino para salir de lo humano, siete son los pecados capitales. Por contra, en el caso del conflicto laboral de Lantero el siete simboliza solo el principio de una lucha obrera, tan humana y real como que “es nuestra vida, nuestro futuro”, como indicaba ayer uno de sus empleados. Justamente hoy se cumple una semana desde que la plantilla iniciara una huelga con carácter indefinido que les ha llevado a postrarse a las puertas de la nave del Pousadoiro día y noche. Poco tiempo para una negociación que se espera dura porque la oferta de la empresa –32 despidos y una reducción salarial del 30% para el que se quede– no es una opción para los empleados . De hecho, el lema de sus movilizaciones lo deja bien claro: “o todos o ninguno”. Además de que ya advierten de que no volverán a la factoría si al frente de Lantero continúa el mismo equipo directivo. Esta semana tendrán otra reunión de negociación.
Los trabajadores que ayer se encargaban del turno de vigilancia diurno insistían en la idea. Se cobijaban bajo un improvisado “galpón”. Desde el pasado jueves también permanecen concentrados de noche, en grupos de entre siete y ocho personas, empleando sus vehículos como lugar de relativo descanso. “Estos días han sido más duros por las lluvias, aunque por fortuna no hacía demasiado frío, pero en general se está llevando bien”, añadía otro operario.  
El grupo explicaba que en esta semana el ánimo no ha decaído y prometen que no lo hará. Es una plantilla que se autoproclama unida y luchadora y lo está demostrando. La media de edad no llega a los 40 años y son muchos los que llevan más de 15 años e incluso más en la firma de cartón. Todos tienen una familia que mantener y que también es su apoyo en estos momentos, aunque en el hogar “tratamos de desconectar”, apuntaba otro. Pero en ningún caso dejarán de luchar porque consideran que no existe motivaciones económicas para aplicar esos recortes laborales, aunque la dirección indique lo contrario.
La jornada de ayer se desarrolló sin incidencias. Un directivo entró por la mañana en las instalaciones y cuando se fue, escoltado por los vigilantes, “se reía”, contaban estos trabajadores, expresando su sorpresa porque acudiera a su puesto un domingo, pero les da igual, afirman, porque de allí no se mueven. Hasta los perros de la empresa de vigilancia se han acostumbrado a su presencia ante la factoría, “ya ni nos ladran”. n

Lantero: una semana de huelga y ni un paso atrás

Te puede interesar