Las mariscadoras de Carril regresan a Os Lombos tras tres meses de paro

Las mariscadoras de Carril regresan a Os Lombos tras tres meses de paro
las mariscadoras no volverán a trabajar en la playa hasta el verano salgado

Las mariscadoras de a pie de Carril regresarán a la actividad hoy tras tres meses de paro. La decisión fue adoptada en una tensa asamblea en la que no todos sus miembros estaban de acuerdo con la vuelta al trabajo, ya que al coincidir la marea a finales de mes tan solo podrán aprovechar unos días y se verán obligadas a pagar el seguro completo de todo el mes, 180 euros. La vuelta a la actividad se produce después de tres meses de paro, pero hasta el momento no han recibido el pago por desempleo.
La presidenta de la agrupación, Eva Gil, explicaba que la actividad se reanudará en Os Lombos pero en la playa de A Concha-Compostela no comenzarán a trabajar hasta el verano. Cabe recordar que una de las razones esgrimidas por este colectivo de a pie, el único de Arousa en acogerse al paro, fue además de la escasez de recurso en Os Lombos, la necesidad de un cese biológico en el arenal tras la siembra de almeja.
“No sabemos como está la almeja de la playa porque no fuimos hasta allí, pero hasta el verano no comenzarán los trabajos allí como siempre”, advierte Eva Gil. Momento en el que también está previsto que finalicen las obras de canalización del río de la playa. Las mariscadoras de Carril solicitaban el paro una medida pionera en el sector del mar  y el pasado 26 de enero les era concedido por el ISM. No todas las mujeres reunían los requisitos para acogerse a esta medida, concretamente las últimas veinte incorporaciones del colectivo no  disponían de la cotización necesaria para ser beneficiarias del paro.
En el caso del sector de a flote, un centenar de mariscadores quedaron finalmente excluidos del paro de Os Lombos do Ulla. Muchos ya han presentado la pertinente reclamación en las oficinas del ISM a la espera de que se revise su caso. Tienen de plazo hasta finales de este mes.
Cabe recordar que cerca de 300 armadores se acogieron a este paro decretado a finales del mes de enero como una solución a la caída de precios en lonja, la falta de berberecho debido al parásito Marteilia y los efectos de las riadas en los principales bancos marisqueros. En un primer momento la medida fue acogida de buen grado por el sector, pero pronto comenzaron arreciar las críticas. Los requisitos y los baremos para acogerse a este paro fueron variando y los retrasos en los cobros fueron los detonantes de un malestar general de una gran parte de los productores.

Las mariscadoras de Carril regresan a Os Lombos tras tres meses de paro

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