Mar logra mejorar la clasificación microbiológica en 33 zonas productivas

Un informe que la Consellería do Mar presentó ayer en el Consello da Xunta muestra que entre abril de 2009 y enero de 2016 un total de 3.575 mariscadores se benefician de la mejora en la clasificación microbiológica de 33 zonas de producción en toda Galicia.
 Las zonas de producción de moluscos bivalvos infaunales como la almeja, el berberecho o la navaja, entre otros, y los polígonos de bateas en  los que se registró una mejoría, representan una superficie total de 885 kilómetros cuadrados y 607 bateas, según los datos que se recogen en el informe presentado ante el Consello da Xunta.
Estas zonas de producción se clasifican en tres categorías, atendiendo a los niveles de bacteria E.coli.
Así, las zonas de clase A con aquellas de mejor estado sanitario y en las que los moluscos que proceden de ellas podrán ir al consumo directo sin necesidad de pasar por un proceso de depuración, aunque siempre a través de un centro de expedición que tendrá el preceiptivo y correspondiente registro sanitario.
En cuanto a las zonas de clase B son aquellas en las que los moluscos recogidas en ellas deben ir a depuración, reinstalación o tratamiento térmico antes de ser apto para su comercialización y consumo, según indican desde el departamento que dirige Rosa Quintana.
Por último, se denomina zona de clase C a aquellas de más carga contaminante. Los moluscos que se recogen en este tipo de áreas solo se pueden comercializar tras ir a la reinstalación durante un periodo y hasta cumplir con las normas sanitarias o bien pasar por los procesos térmicos indicados en la legislación que está en vigor.
Los datos que se reflejan en el informe son claramente positivos al mostrar, por una parte, el incremento de zonas mejor clasificadas mientras que bajan las de peor categoría.
Así, en el documento que se dio a conocer ayer en el ente que congrega a los órganos de gobierno de la Xunta se destaca que las zonas de tipo A representan en el actual ejercicio un 17 por ciento, frente al cuatro por ciento que representaban hace siete años.
Asimismo, durante el mismo periodo se produjo un importante descenso de las zonas de clase  C, que  pasaron a ser de un siete por ciento en 2016 frente al quince por ciento que representaban en 2009.
Una mejora que, explican desde la Consellería de Mar, es consecuencia directa del programa de actuaciones en materia de saneamiento y depuración de los efluentes, tanto urbanos como industriales, que puedan llegar a las rías gallegas.
Una actuación ambiciosa que se llevó a cabo de forma transversal en la Xunta,  promovida por la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio que contó con la colaboración de la Consellería de Mar.
A estos trabajos hay que añadir las labores de regeneración de los bancos marisqueros llevados a cabo por la Consellería do Mar y por el propio sector y que se incrementarán en la Ría de Arousa.
Esta evolución positiva, recuerdan desde el departamento autonómico que dirige Rosa Quintana, redunda en la mejora de opciones de cara a la comercialización de los moluscos.
Una política integral en la que Mar abarca tanto la limpieza y regeneración de las rías como la mejora de la productividad de los moluscos que dan de comer a miles de familias en todas las rías gallegas, y muy especialmente en el litoral arousano.