Los placeros, en pie de guerra por el retraso en el cambio de señales en García Caamaño

Los placeros, en pie de guerra por el retraso  en el cambio de señales en García Caamaño
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La tregua entre el Concello y el colectivo de los placeros de Vilagarcía ha sido corta. El retraso en el cambio de señalización en García Caamaño para posibilitar que estacionen los clientes del mercado durante al menos una hora revela a los concesionarios de la plaza de abastos que temen llegar a Navidad sin una solución.
Si a principios de semana, el presidente del colectivo Juan Carlos López urgía al Concello a la colocación de una señalización,  la visita al mercado ayer del edil de Seguridade Cidadá, Benito Pérez Dorgambide, encendió más los ánimos. “Nos dijo que no podían colocar la señalización porque iba en contra de la ordenanza de circulación. Ese es su problema. Con nosotros se comprometieron a dar una solución al problema de la falta de estacionamientos y tienen que cumplirlo”, aseguraba ayer López. El presidente de los placeros acusa a los miembros del gobierno de “falta de palabra” y advierte que si no se les da una solución en breve acudirán a la sesión plenaria prevista para el 1 de diciembre. “Incluso nos planteamos colocar nosotros las señales aunque las quiten al día siguiente”, afirma indignado.
Y es que el presidente de los placeros explica que la falta de estacionamientos está mermando el número de clientes que acuden a la plaza. “Como la señal sigue diciendo que es para carga y descarga la gente tiene miedo y no aparca”, advierte.
Aseguran que ellos han cumplido con su parte en lo que se refiere al horario de carga y descarga y ahora exigen que el Concello haga lo mismo. “Lo único que hicieron fue sacarnos del medio puntualmente para que no protestásemos. Deben pensar que somos tontos”, dice López.
En su momento, se plantearon dos alternativas, pero desde el Concello ya se advirtió que tenían una difícil aplicación: Colocar una valla que se levante con tícket o establecer una zona azul. Ahora la cosa se complica porque esta posibilidad de estacionamientos contradice la ordenanza municipal.
La propuesta de reordenación de tráfico en la zona del mercado nunca contó con el beneplácito de los placeros. El Concello proponía colocar unos bolardos en los extremos de García Caamaño para controlar el tráfico rodado en la peatonal y obligar a cumplir los horarios estipulados. La idea inicial era que por García Caamaño no se pudiese circular excepto para labores de carga y descarga relacionadas con la actividad de la Praza de Abastos y por un período máximo de 20 minutos.  Mientras que el tramo comprendido entre la Rúa Valle Inclán y el extremo opuesto del edificio de Abastos se podría utilizar a diario (excepto domingos) de 6 a 10 horas. La barrera en el cruce de Valle Inclán se levantaría, pues, una hora antes. En este horario los vehículos siempre deberían circular en sentido de entrada por Valle Inclán y salida bordeando el edificio de abastos, por la intersección con Alexandre Bóveda y Arcebispo Lago.
Como excepción debido a la realización del mercado los martes y sábados, se permitía que permaneciesen en el tramo peatonal de García Caamaño después de las 10 horas, los coches ambulantes que formen parte de los propios puestos, como los de los remolques de frutas, y solo hasta que finalice la actividad comercial.
Los placeros, sin embaego, reclaman más estacionamientos para sus clientes y se muestran dispuestos a cumplir escrupulosamente con los horarios de carga y descarga.

Los placeros, en pie de guerra por el retraso en el cambio de señales en García Caamaño

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