El plan de los fondos de libros sobrecarga de trabajo a las direcciones de los colegios

Pese a que el curso académico finalizó el pasado 19 de junio, las direcciones de los centros educativos están especialmente estresados con la sobrecarga de trabajo que supone el nuevo plan de fondos de libros, puesto en marcha por la Consellería de Educación. Una tarea, apuntan, que poco tiene que ver con su labor de docentes. “Es una carga administrativa que nos hace llevarnos el trabajo a casa y hacer horas extras que no nos pagan”, apuntan desde el colegio de Rubiáns.
No es el único, la crítica a esta tarea es idéntica en A Lomba, Vilaxoán. O Piñeiriño, Carril o en el  Arealonga. En este último, los cheques para libros se verán retrasados hasta septiembre ante la importante carga de trabajo que realizan. “Esto es un horror. No nos da tiempo a introducir lo datos de todos los solicitantes de ayudas. Tenemos 440 alumnos y no solo nos dedicamos a esto”, apunta la directora del Arealonga. En Carril, el trabajo para emitir los cheques y elaborar la lista de los fondos de libros acaba de arrancar, pero la gestión para que ningún alumno se quede sin libro está ya realizada. “Falamos con Santiallana e Anaya e non terían problemas en repoñer os libros que faltan. Nós tamen poderíamos dispoñer dos fondos para que, se son poucos, sufragar os que se precisen”, apunta Ramiro Romero, director del colegio Rosalía de Castro.
Y es que éste es otro de los graves problemas con los que los centros educativos se están encontrando. El listado de libros que las familias deben devolver es en muchos casos inferior al  número de alumnos matriculados. “Non sabemos como se vai xestionar isto. Parécenos moi inxusto este sistema”, advierte el director de A Lomba.
Docentes y equipos directivos consideran que se trata de un trabajo que debería estar gestionado por un administrativo y no por personal del centro que se encuentra ultimando cuestiones educativas para el inicio del próximo curso.
Por su parte, la Consellería de Educación manda un mensaje de tranquilidad y asegura que ningún niño “ao que lle pertenza esta axuda vai quedar sen libros”. El baremo que estipulan desde Educación lo realizarán desde los centros educativos, así como la elaboración de los chques ahorro. La medida no solo ha sido criticada por los centros escolares, los colectivos de padres también consideran muy injusta la medida.
Educación apuesta a partir del curso que viene por un modelo híbrido que combina de forma “complementaria” las ayudas a la adquisición de libros para las rentas más bajas con el préstamo de manuales a través de la creación del fondo solidario en todos los centros públicos, siguiendo el ejemplo instaurado por las asociaciones de madres y padres de alumnos durante la crisis y “garantizando” en ambos casos que las familias con las rentas más bajas “sean las primeras beneficiarias”. Además, la consellería anima a devolver no solo los libros de texto sufragados con los chques ahorro, sino también los adquiridos por los progenitores y que tras acabar el curso ya no tendrán que usarlos.