El precio del pulpo no logra repuntar tras seis meses de campaña

“Non hai maneira. Estancouse aí o prezo e non hai quen o suba”, dice el patrón mayor de Riveira, José Antonio Ordóñez. La campaña del pulpo arrancó el pasado mes de julio con unas cotizaciones mejorables que el sector confió en que irían mejorando a medida que avanzase la campaña y el recurso fuese aumentando tanto de tamaño como de peso, pero no ha sido así. El patrón mayor de Riveira apuntaba ayer que la venta en lonja se movía en una horquilla entre 5 y 3 euros el kilo. “Estas revoltas do temporal venlle ben ao recurso, pero non ao mariñeiro que non pode saír fóra da costa”, advierte.
De hecho, ayer ya eran muchos los naseiros que pese a que todavía existen cuatro meses antes de la veda se planteaban una reducción de la misma para poder compensar los días que no han podido salir a faenar. “Está sendo unha mala campaña e que ademais vén con retraso porque o polbo non estaba ben de tamaño”, comenta un naseiro. Una ampliación que según el patrón riveirense “haberá que estudar máis longo razo porque aínda queda moito de campaña”.
Además, desde el sector apuntan que el pulpo es un cefalópodo muy sensible a los cambios de temperatura del agua y también a los temporales. “Cando hai moito temporal o polbo agóchase e non hai maneira de collelo”, dicen.

producto foráneo
Para muchos cefalopoderos la razón de que el precio del pulpo no repunte no es otra que la entrada de producto foráneo. “Hai moito polbo de fóra que se está a vender como galego e iso sempre supón una baixada de prezos”, dicen. Los bajos precios han hecho que muchos de los barcos arousanos que iniciaron la campaña ya se hayan pasado a otra arte. “Non te compensa, vas ao mar e non ves ninc o cupo”, dice un naseiro. Los cupos fijados por la Consellería do Mar para este recurso son de 30 kilos por tripulante y día y otros 30 por barco.
Cabe recordar que esta campaña se inció el pasado año con un nuevo plan de gestión del pulpo que contó en un principio con la oposición por parte del sector y que marcó el inicio de la campaña con duras movilizaciones.
Pese a que en un principio la identificación de las nasas por cada embarcación contó con una fuerte oposición del sector que aseguraba suponía importantes pérdidas de tiempo, la realidad es que la situación se ha normalizado en las cofradías con flota cefalopodera.
Mar logra así preservar el recurso y gestionar sus capturas de manera eficiente.