La Consellería de Sanidade adelantó a ayer el cierre de la tercera planta del Hospital do Salnés, prevista para el primero de julio. Una medida que cuenta con el rechazo de la mayoría de la plantilla y que la administración autonómica achaca a una reorganización estival que tiene en cuenta las vacaciones del personal y una disminución, dicen desde el Sergas, de las patologías relacionadas con el frío.
Las habitaciones ubicadas en esta zona del centro de Ande están cerradas desde el mediodía de ayer y los representantes sindicales consideran que esta medida repercutirá negativamente sobre la calidad asistencial.
El cierre de la tercera planta supondrá 32 camas para un hospital que da servicio a toda la comarca de O Salnés y parte de la de Ulla Umia.
La junta de personal considera que esta actuación conlleva que “os servizos que ingresaban doentes nesta unidade, Paliativos e Ciruxía Xeral, terán que refistribuírse nas outras dúas plantas” lo que, advierten, “lévanos a unha situación de saturación nas outras dúas unidades que repercute moi negativamente no benestar dos doentes, posto que certas especialidades que contaban con habitacións individuais, para mellorar a atención e coidaos, agora teñen que compartir habitación, sendo especialmente delicado nos casos de Obstetricia e Paliativos”.
Una situación que también provocará un incremento de los pacientes por unidad de hospitalización sin aumentar sin embargo el personal y que se dará en una éopoca en la que se produce colapso “nas consultas nos Pacs e nas urxencias hosptialarias”.
Por ello, la plantilla cree que el cierre de camas que comenzó ayer es “irresponsable”.