El temporal deja calles anegadas, arquetas levantadas y miles de viviendas sin luz

El temporal deja calles anegadas, arquetas levantadas y miles de viviendas sin luz

Calles anegadas, arquetas desbordando, árboles arrancados y miles de hogares con cortes continuados del suministro eléctrico. Ese es el balance de una jornada de domingo en Arousa que recordó a los inviernos duros de Galicia, aquejada a día de hoy por una sequía extrema. Y es que la alerta naranja decretada el sábado pasó a roja el domingo por la mañana, lo que conllevó un aumento considerable de los efectivos de los servicios de Emerxencias que estuvieron atentos a cualquier incidencia tanto en el margen norte como en el sur de la Ría de Arousa.
De hecho en el caso de Vilagarcía tanto los Bomberos como Protección Civil reforzaron los equipos para poder hacer frente a posibles situaciones extremas.

La jornada se inició ya con fuertes lluvias y viento potente y fueron precisamente las precipitaciones las que más daños provocaron en las diferentes localidades arousanas. El centro de Vilagarcía se anegó casi por completo debido a que las alcantarillas no daban abasto con la cantidad de agua caída. Fue lo que ocurrió en la calle Rey Daviña, en la zona de O Castro y en la avenida Rosalía de Castro, en la que se volvió a evidenciar los problemas de desagüe que existen desde que este vial fue mejorado en el pavimento. La fuerte tromba de agua caída sobre todo al filo de las dos de la tarde provocó anegamientos también en la zona de los colegios A Lomba y Arealonga (un punto caliente cada vez que llueve) e inundaciones de bajos en Sobrán, O Rial y Vilanova, así como en algunas naves ubicadas en los accesos al Hospital do Salnés. También en el centro sociocultural de O Souto tuvieron filtraciones que afectaron a varias partes de la estancia. Y es que la conocida como recta de Rubiáns se convirtió en un auténtico río lo que ralentizó, y mucho, el tráfico rodado. Las bolsas de agua acumuladas obligaron a cortar el tráfico justo en el puente de O Pousadoiro y también en el acceso a A Torre. En A Lomba también era imposible circular.
Los problemas de bolsas de agua también fueron relativamente importantes en Caldas. Los efectivos de Protección Civil tuvieron que acudir a la calle Real, en la que se acumuló una importante cantidad de agua. También rescataron a un vehículo en la zona del lavadero de A Tafona, pero no se lamentaron heridos.
La situación en el resto de la comarca de O Salnés fue similar. Decenas de árboles arrancadas e impidiendo el paso en algunas carreteras de Ribadumia, Sanxenxo, Vilanova, Boiro o Meaño. En Vilanova el árbol de Navidad de la Praza do Castro se desprendió de su base cayendo sobre un vehículo, aunque sin provocar daños considerables. En Sanxenxo se cayó un semáforo por las fuertes ráfagas de viento y en O Grove hubo contenedores movidos y balsas de agua puntuales. En todos los ayuntamientos hubo desprendimientos de tierra y de cascotes, que hubo que señalizar debidamente para evitar incidencias de mayor envergadura. El paseo de madera de A Lanzada también se levantó por las fuertes ráfagas, como ya había ocurrido en temporales anteriores.
 

Cortes de luz
Aparte de las incidencias propias motivadas por el viento y la lluvia la zona más afectada a nivel de servicios fue la comarca de O Barbanza. Hubo cortes de luz en Aguiño, Carreira, Castiñeiras y Artes (Ribeira) y en Rianxo en donde se vieron afectadas casi 5.000 viviendas. Al cierre de esta edición el “Ana” seguía sacudiendo a Arousa.

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