Tiros y bazuca en el infierno hasta la luz del túnel

Tiros y bazuca en el infierno hasta la luz del túnel
Copia de Diario de Arousa-2015-03-01-009-d1c75aba

Con cierto aire a Miguel Ríos, José Antonio Iglesias se define a sí mismo como “un gran manipulador”. Este puede ser quizás el secreto de la supervivencia de un seductor nato que pasó de ganar más dinero del que podía gastar, como ingeniero de General Motors, a ver “el humo del infierno”  en el barrio más peligroso de la Bogotá, aquel en el que pese al nombre, Cartucho, la policía no se atrevía a entrar.

La luz al final del túnel llegó de la mano de un antropólogo, Germán Piffano, que recién licenciado se encontraba realizando un trabajo sobre los “desechables”. Ese es el nombre con el que se conoce en Colombia a los adictos a la bazuca, un acrónimo que significa “base sucia de cocaína” y que da nombre a una de las drogas más destructivas que se conoce.

El joven Piffano propone a Iglesias que comience una terapia de rehabilitación y es así como empieza la nueva vida para el protagonista del nuevo libro del periodista Fernando Salgado, que finaliza precisamente en este punto su relato.

“El humo del diablo” rescata el periplo vital de un nativo de Portonovo que emigró con apenas cinco años emigró a Venezuela y regreso puerto arousano para hacer la mili. Fue entonces cuando comenzó a coquetear con la noche. Salgado recorre a la inversa el camino que el protagonista realizó por históricas discotecas como Shiva, Eux o el Quijote, en Sanxenxo, y es en esta última donde rescata anécdotas para la historia, como el de aquel pinchadiscos (hoy dj) que tras sonar “Grándola Vila Morena” declaró alto y sonoro “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar” o la de aquel joven pontevedrés aspirante a notario que ganó un concurso de muiñeira de Chantada y que hoy ocupa portadas por otro tipo de “bailes”.

La historia de Fernando Salgado es de esas que, pese al título, llenan los vasos incluso aunque estén casi vacíos. José Antonio Iglesias fue el protegido de un niño de 13 años, líder de una banda juvenil que dominaba el Cartucho, un barrio hoy convertido en parque. “Debajo quedan muchos cadáveres”, advierte el periodista.

El sanxenxino le ganó la batalla no solo a la droga, sino también a tiros, puñaladas y hasta a una bomba que “casi lo vacía por completo”, relata el autor del libro. Hoy su imagen está en la parte trasera de muchos autobuses colombianos.

“La gente lo ve como un héroe por dos razones, porque superó la adicción a la bazuca y porque salió vivo del Cartucho”, señala Fernando Salgado. Los que quieran conocer más detalles de esta historia tendrán que acudir a la presentación del libro, que se llevará a cabo el viernes 6 de marzo en el Salón García. En el acto, presentado por Montse García Lede, intervendrá, además del autor y Susana Luaña, Jesús Dapena, el terapeuta que trató al protagonista y propició “El humo del diablo”.

Tiros y bazuca en el infierno hasta la luz del túnel

Te puede interesar