“A unión da xente sacounos o chapapote e liberounos agora do fume en Cortegada”

Mari Balsa, que con frecuencia sufre dolores musculares, todavía se resiente de cargar capachos durante horas. Manuel Fresco no dudó en coger su lancha y cerrar su restaurante en plena noche de verano. Juan Vidal cumplió 67 años apagando fuego, pero no el de las velas.
Son solo tres de los cerca de 200 vecinos que el jueves por la noche salieron rumbo a Cortegada. Son conscientes de que lo que hicieron entrañaba sus riesgos pero están también completamente seguros de que actuarían de la misma manera. “Non podíamos deixar a illa así, é parte de nós”, explica Mari Balsa, que recuerda con especial emoción la vinculación de la juventud en el operativo. “Había unha nena de 16 anos. Foi impresionante ver aos mozos loitar por Cortegada”.
Jóvenes y mayores. En la cadena humana para apagar el fuego se pudo ver hasta a una mujer de avanzada edad y con muletas que no dudó, capacho en mano, en hacer frente al fuego.
“É de admirar a actitude da xente. A mesma unión que sacounos o chapapote de enriba liberounos agora do fume”, destaca Juan Vidal, que supo que había un incendio a través de su nieta. “Saín coma un raio de casa”. Y por el camino ya se encontró con Mari Vidal. Manuel Fresco estaba en su restaurante y dio aviso a Protección Civil. No fueron los únicos y esa actuación rápida del vecindario fue clave en el fracaso pirómano.
“Non foi a máis porque non facía vento”, señala Vidal. Una experiencia díficil de olvidar en Carril, donde ya ha surgido un movimiento que pretende, precisamente, todo lo contrario. De hecho busca reactivar la Plataforma Cívica Pro Cortegada ante lo que consideran una “deficiente gestión”, tanto en la difusión del parque como en la protección. Tratarán de realizar una reunión la próxima semana para analizar la situación.