Vázquez Roma asume el alijo de 3 toneladas de coca en busca de una reducción de pena

Once de los quince acusados que declararon ayer ante la Audiencia Provincial por el alijo de tres toneladas de cocaína que llegó en 2007 a aguas de O Grove y de Bueu, reconocieron los hechos. Entre estos se encuentra el presunto líder de la banda, Ramiro Vázquez Roma, que asumió punto por punto el escrito presentado por el fiscal antidroga, Luis Uriarte, que además de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a banda criminal con la condición de jefe, le acusa de lavar más de medio millón de euros. También reconoció que la noche de autos dio orden a todos los implicados para que anularan la actuación al grito de “estampida”. Todo ello reconoció el marinero cambadés, que dio como válidas todas las escuchas realizadas por Vigilancia Aduanera y aseguró que confiesa para ayudar a los familiares y amigos imputados. Su abogada explicó fuera de sala que existen una serie de conversaciones con Fiscalía para un pacto que todavía no está cerrado y que incluiría reducción de penas tanto en lo referente a los años de prisión (le pide 28) como de multa.
Entre los que proclamaron su inocencia se encuentran dos “piezas clave” en el proceso que relata el fiscal o. Se trata de Juan Antonio Garre, al que se le atribuye el papel de intermediario con los sudamericanos y que declaró no reconocerse en los pinchazos, y Jorge Lorenzo Santiago.Este último, que era el socio y gerente del astillero portugués en el que se construyeron las embarcaciones que transportaron la droga, explicó que fueron los propios clientes los que cambiaron los motores de las semirrígidas por otros sin número de identificación y que se trata de una práctica muy “habitual” en este tipo de negocios. Lorenzo se negó a contestar a las preguntas del fiscal sobre las escuchas.
Belén Cordeiro, pareja del sobrino de Vázquez Roma, también negó su participación en el operativo de vigilancia de la droga, labor de la que se le acusa en el escrito del fiscal y por la que se enfrenta a 17 años de prisión. Compareció llorosa y trató de cubrirse la cabeza, siendo recriminada por la jueza. Declaró que acompañó a Manuel Vázquez para evitar que se fuera con sus amigos de “juerga” pero que no sabía lo qué estaba haciendo. Versión que corroboraron tanto su novio como Vázquez Roma.
Labores de vigilancia también se le atribuyen a Digna Vázquez, que negó tanto este extremo como el blanqueo de capitales y dijo que fue al areopuerto esa noche “como muchas otras, para ver los aviones de la pesca”. Eso sí, se arrepiente de todo.
Solo Vázquez Roma reconoció el blanqueo. Su cuñado, Santiago Casal, declaró que con uno de sus negocios hosteleros “había días” en los que se llegaban a hacer 6.000 euros en caja. “Ingresaba parte y otra me la quedaba”, aseguró. Otro de los acusados, Samuel de la Torre, que reconoció los hechos, apeló a su pasado como politoxicómano y aseguró que se reinsertó en prisión y que ahora tiene trabajo y un hijo de cinco años.