Un vecino de A Laxe lucha para que no lo echen de su caravana

Luis Orbich vive con miedo permanente a que le quiten la caravana en la que reside desde hace veinte años y que está situada en A Laxe. La última de las “amenazas” viene por parte de un vecino que, dice, acudió a los juzgados con la firme intención de conseguir que traslade el que ha sido su hogar en las últimas dos décadas.
El hombre, que está enfermo del riñón y recibe diálisis, asegura que no puede moverse y que cualquier cambio puede alterar seriamente su salud y provocarle consecuencias fatales.
Asimismo asegura que no tuvo ningún problema con el resto de los vecinos que, dice, incluso estarían dispuestos a testificar a su favor en el juicio que ya está fijado para el 25 de febrero.
Orbich teme también que le quiten los cuatro perros que residen con él en la caravana y que, asegura, tienen todas las vacunas puestas y están debidamente registrados.
Asegura que este vecino le amenazó con hacer que le quitaran los canes que serían, precisamente, el motivo de las malas relaciones.
Orbich pide que le dejen vivir en su caravana y asegura que él no pone ningún impedimento para el paso de las personas en el lugar en el que se ubica.