Las vendedoras de verdura se unen para garantizar la supervivencia de su edificio

Fue una moción de los grupos de la oposición en el mes de mayo en la que se proponía la demolición del edificio de la verdura y el traslado de sus vendedoras a otros enclaves de la Praza de Abastos lo que ha hecho reaccionar a estas mujeres. Son más de ochenta y se han constituido en asociación con el objetivo de defender la pervivencia de su edificio y dar un impulso a las ventas en este entorno. El portavoz del colectivo, José Fernández Iglesias, señala que “a raíz desa moción empezou a existir aquí certa preocupación”. Y es que entienden que “non ten sentido ningún demoler este edificio e trasladar a venta ao primeiro piso do outro porque está máis que constatado que as ventas alí non van ser as mesmas”.
Fernández recuerda que “cando se fixeron as reformas no outro edificio e se executou o traslado as ventas no primeiro andar baixaron ata un 60% e aínda era época de bonanza, pensamos que nun momento de crise como o que se está vivindo agora  poderían desplomarse esas mesmas ventas ata un 80%”.
El portavoz del colectivo insiste en que “isto non nace con motivo de crítica hacia nadie, pero si coa intención de realizar aportacións construtivas coa intención de que todo mellore”.
De hecho ya tienen programado un encuentro con la concejala de Mercados, Rocío Llovo, para la próxima semana con la intención de conocer detenidamente cual es la postura del gobierno conservador respecto de posibles mejoras en el edificio y ver qué medidas de promoción se pueden llevar a cabo.
“Nós entendemos que o que hai que facer é apostar forte por este tipo de actividade. Estamos xerando actividade económica e tamén postos de traballo”, matizan.
Lo que tienen claro es que “o que non poden é trasladarnos, porque está máis que claro que a xente maior non vai ir mercar arriba porque non hai nin suficiente espacio nin tampouco medios. E ademais as vendedoras máis maiores tampouco teñen posibilidades para levar a mercancía arriba”.
El colectivo teme que dentro de ese ansiado proyecto de reforma del edificio al gobierno local se le pueda ocurrir prescindir de un edificio que “para o ano cumprirá cincuenta anos e que queremos celebrar por todo o alto”.

reforma integral
Lo que está claro es que no es novedoso que tanto comerciantes vinculados con la Asociación de Placeros como aquellos que ahora se agrupan en este nuevo colectivo destaquen la importancia de mejorar de forma considerable un edificio que solo ha sido parcheado en parte. Sin embargo consideran estos últimos que el edificio debe tener las dimensiones actuales dado que en algunos puntos “xa hai xente apiñada, como inda por encima pasar a reducir o espazo e poñelo todo en plantas superiores”. Una cuestión por la que las vendedoras de verdura no están dispuestas a pasar.