Vilagarcía hace gala de su cuño inglés

Cuando hay ganas de fiesta ni el viento ni la lluvia son excusas. Al menos eso es lo que ayer demostraron los vilagarcianos que quisieron celebrar a lo grande la recuperación, después de varios años, del Sábado Inglés. La iniciativa pensada por la Asociación de Hosteleros tenía como fin dotar de contenido carnavalesco al conocido como Sábado de Piñata. La lluvia y el viento, en definitiva el temporal, minaron un poco los ánimos de aquellos que a última hora optaron por dejarse el disfraz en casa. Eso sí, no todos. Algunos se las ingeniaron para que el Sábado Inglés, esa fiesta tan vilagarciana y prácticamente imposible de extrapolar a cualquier otro sitio.
Por primera vez los hosteleros quisieron ampliar una fiesta muy vinculada al ocio nocturno al día. Algunos comercios engalanaron sus escaparates para la ocasión, mientras que la Praza da Peixería se convirtió en el lugar elegido para disfrutar de la fiesta y guarecerse de la lluvia y el viento, aunque sin mucho éxito. 
Cabe recordar que el Sábado Inglés no se entiende sin el concurso de disfraces cuyos ganadores se darán a conocer en unos días. La movida nocturna fue el otro escenario designado para la celebración del Sábado Inglés ya no solo únicamente por la gente, sino también por los propios locales que se engalanaron para tan curiosa efeméride. Fue la lluvia la enemiga número 1 de una fiesta que lucha por consolidarse como fija.