Villanueva reprocha a Mar que un año después siga sin hallar las causas de la mortandad

La esperada reunión entre la Consellería do Mar y los patrones de la Ría de Arousa ya se ha producido, aunque los resultados no han sido los esperados. Y es que un año después de que se iniciasen los estudios para determinar las causas de la muerte del marisco sigue siendo un misterio.
“No hay una explicación por parte de la Consellería. Al no haber una causa conocida, como una riada, lo único que se informa es que no hay progenitores en la zona. Eso se lo pueden contar a alguien que no conozca el oficio pero no a los patrones mayores”, asegura el responsable del pósito de Carril que considera la explicación de la administración autonómica como “una vergüenza y una falta de respeto al sector”.
El patrón mayor carrilexo considera que si el problema de la mortandad fuera la falta de progenitores “se echaba reproductores en la zona y ya estaba resuelto”.
Al encuentro asistieron, además de todos los patrones de los dos márgenes de la Ría de Arousa, técnicos de la Consellería y la directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro, Susana Rodríguez, que planteó como propuestas para regenerar los bancos “levar a cabo actividades de remoción do substrato en O Bohído e retirar deprededadores e algas no Cabío”, explican desde Mar. Para Os Lombos, lo que se plantea es un dragado sobre 20.000 metros cuadrados, opción que valoran los patrones para tomar una decisión la próxima semana. “Es insuficiente”, dice Villanueva, que considera que no se trata de una superficie “significativa” y critica que a dos meses de que comience la campaña de libre marisqueo “no hay ningún plan ni estudio del relojito ni nada”. El patrón mayor de Carril reconoce que su enfado es “monumental” tras la reunión con la Consellería do Mar. “Lo único que hicieron en este año es una batimetría”, dice Villanueva, que lamenta que a día de hoy no hay ninguna respuesta para la plaga de ouxas, una variedad de raya que cons tituye en la actualidad el mayor deprededor del marisco. 
“La solución que nos dan es que si un èscador encuentra una la puede traer a tierra y la  Xunta se encarga de destruirla”, se lamenta Villanueva.