Casi hay que agradecer que al final solo fueran siete

SI los partidos de fútbol durasen media hora, el Deportivo habría ganado en el Santiago Bernabéu, pero regresa a casa cunha malleira ao lombo porque duran noventa. El Madrid no pareció tan malo como ante otros rivales y Cristiano Ronaldo hasta marcó dos goles. Los blanquiazules, en cambio, dieron peniña. Acabaron encajando tantos casi de risa, como los que anotaría la selección mundial frente a un equipo de alevines. Y lo peor es que llegó a parecer que a algunos jugadores les daba igual el número de veces que los blancos batiesen a Rubén. Claro, no había prima... Ya se sabe que es imposible, pero si al ucraniano Koval y a Bóveda les acompañasen quince o veinte futbolistas, aún se podría pensar en hacer algo, porque con lo que hay en la plantilla va a ser muy difícil.

Casi hay que agradecer que al final solo fueran siete

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