Las mentiras sobre los okupas

XIAO Varela, responsable de la Concejalía de Paseo de Bicicletas –camina por la calle con una como quien lleva al perro a hacer sus necesidades, pero jamás se le ha visto pedaleando–, asegura que la negociación con los okupas de la Comandancia de Obras no va bien. Ya es casualidad que él, que fue okupa y que confiesa que el movimiento sigue estando en su corazón, no se entienda con ellos. No será más bien que no quiere molestarles, que realmente su deseo es que permanezcan en las antiguas instalaciones militares, rebautizadas –rebautizo civil, por supuesto– como Centro Social Okupado A Insumisa. No hay ninguna prueba que lo demuestre, pero tampoco hace falta ser muy inteligente para llegar a esa conclusión. Porque aunque el concejal no lo crea, los antisistema no tienen ningún derecho sobre el inmueble; el único diálogo posible con ellos es el de decirles: “Ahí está la puerta”. En el supuesto de que no hagan caso, hay unos señores que se llaman policías que están para desalojarlos. Xiao, ¡yuhu!, que la ley está para que se cumpla.