Déjà vu

Estaba segura que el fenómeno del “dejà vu” se producía solo en el ámbito personal de vivencias sensoriales e individuales pero me equivocaba y también en la política sucede lo mismo. Todo es política, me dirá usted, pues seguramente, en todo caso en estos tiempos sí parece que la política lo invade todo. En mayo y desde esta misma tribuna comentaba que desde hacía más de un año el Gobierno tenía encima de su mesa un informe, aprobado por la unanimidad de la Comisión de Igualdad que desarrollaba las medidas de conciliación necesarias para intentar resolver las diferencias de oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito laboral. En este documento se aconsejaba, entre otras cosas, la baja por maternidad obligatoria para el padre, lo que se conoce como permisos de paternidad intransferible.
Durante más de un año los diputados y diputadas que formaban parte de esa comisión se entrevistaron con expertos de todas las comunidades autónomas: representantes sindicales, organizaciones de mujeres de toda índole, administraciones autonómicas, fundaciones, patronal, etc., para recabar sus opiniones y sugerencias en materia de igualdad laboral. Un trabajo ingente que dio como resultado un informe que fue aprobado por todos los partidos representados en esa comisión del Congreso. Pues resulta que ahora, casi dos años después, Unidos Podemos se estrena en el Congreso y plantea la misma propuesta, ya incluida en dicho informe, pero esta vez en forma de PNL (propuesta no de ley). ¿Acaso todo ese trabajo realizado no ha servido para nada? ¿Acaso estos nuevos diputados no conocen la existencia del trabajo ya realizado?
El informe de la comisión sigue estando tan vigente como hace dos años y bastará con que el nuevo Gobierno retome las recomendaciones y se plasmen en una propuesta legislativa; no hacen falta más brindis al sol, toca llevar a la práctica lo pactado. Es imprescindible que entendamos que no hay tiempo que perder y que si no pisamos el acelerador se cumplirán los pronósticos más pesimistas: tardaremos 170 años en alcanzar la igualdad. En la actualidad los hombres pueden, si lo desean, asumir parte de la baja por maternidad. Lamentablemente son una ínfima minoría los que optan por ello, si bien es cierto que muchas mujeres prefieren disfrutarla íntegramente. La mujer carga con el estigma de que llegado el momento de tener hijos será ella quien asuma la baja. El informe lleva entre sus propuestas que las bajas se repartan entre los progenitores y sean obligatorias e intransferibles, que cada uno asuma su parte. Es una medida simple, que reparte de manera paritaria la responsabilidad de traer hijos al mundo.

Déjà vu

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