Jaque “Mato”

El tablero sobre el que se va a jugar el próximo gobierno municipal en La Coruña empieza a recibir a los jugadores. De momento cuenta con dos figuras: el actual regidor Xulio Ferreiro que encabezará la marca blanca de Podemos en la ciudad y la conselleira Beatriz Mato que al frente de la lista popular se verá obligada a obtener una mayoría absoluta para hacerse con el bastón de mando. Es una apuesta importante que apadrina Feijoo, quien renunciando a una de sus más estrechas colaboradoras pretende poner la bandera popular en María Pita. La partida se presenta emocionante y reñida, pues mientras Mato solo tiene una posibilidad de gobernar se encuentran frente a ella la suma de todas las fuerzas políticas restantes dispuestas a unirse a cualquier precio con tal de evitar un gobierno popular.
Mal resultado le han dado a La Coruña los gobiernos resultantes de la suma de perdedores y gran parte de los problemas que tiene la ciudad se derivan, precisamente, de los experimentos políticos que han ocupado el poder municipal. Ante esta situación, el PP coruñés tiene dos alternativas: mirarse al ombligo y proponer una candidatura de afiliados y meritorios que sumarán poco más que el voto natural que las siglas les dan o iniciar un camino de apertura a la sociedad civil coruñesa que incluya todas las emociones que conviven en nuestra urbe y que tienen un denominador común: la legítima aspiración de recuperar para nuestra ciudad el pulso y el liderazgo perdidos. Y es que en las próximas elecciones municipales las emociones van a tener un peso muy relevante a la hora en la que los ciudadanos deban de elegir la papeleta que respalde al nuevo gobierno. Ferreiro no es alcalde por méritos propios sino por haber encabezado un proyecto que se extendió a nivel nacional y supo acercarse a las sensibilidades de una ciudadanía que había puesto sus sentimientos en el alma del movimiento 15M. Igual que el Partido Popular en el 2011 supo recoger el malestar creado en España por los gobiernos de Zapatero al que por aquel entonces se le atribuían todos los males. Por ello el PP alcanzó muchísimas alcaldías en toda España al cobijo del tsunami popular que emocionó a los españoles dándole al Presidente Rajoy la mayoría absoluta más importante de nuestra Democracia. Pero los tiempos han cambiado, hoy el Partido Popular ha perdido aquella mayoría absoluta y sus siglas no garantizan mayorías, aunque es cierto que mantiene un elevado suelo electoral que le permite plantar cara a sus adversarios con posibilidades de éxito. Por ello la candidata Mato deberá sumar más allá de sus propias siglas y sus compañeros de candidatura tendrán que aportar votos más allá de su mercado natural. Esto, que es sencillo de enunciar, no es fácil de conseguir. El desprestigio de la clase política salpicada por continuos casos de corrupción han llevado a muchos ciudadanos a no creer en nada ni en nadie y todo ello sobrealimentado por una oposición fragmentada e incomunicada entre ella que ha puesto en marcha el “cuanto peor mejor” en una lucha encarnada por conseguir votos aun a costa de la tan necesaria paz social en una actitud claramente irresponsable. Beatriz Mato tendrá que llegar al corazón de los votantes coruñeses, de los que votan siempre al PP, pero también al de aquellos que pueden hacerlo circunstancialmente si se sienten integrados y representados en un proyecto abierto, participativo y emocionante que les anime a creer que otra Coruña es posible, deseable y necesaria. Solo así Feijóo habrá dado el jaque “Mato” a las mareas podemitas incapaces de gestionar una ciudad como La Coruña.

Jaque “Mato”

Te puede interesar