El futuro de las pensiones

Hace unos días el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lanzó el mensaje de que tomaría las riendas de una agenda reformista para cumplir la promesa de seguir creciendo y sobre todo de continuar con la creación de empleo. Rajoy volvió a poner sobre la mesa el compromiso de acabar la legislatura con 20 millones de ocupados.
El papel del Ministerio de Empleo en ese empeño es decisivo y para ello la ministra Fátima Báñez está pergeñando algunas medidas fundamentales.
Sin embargo, la otra gran preocupación del ejecutivo, y me atrevo a decir de toda la sociedad, es el futuro del sistema público de pensiones. De hecho, se está hablando mucho en los últimos días de cómo abordar este asunto capital para todos. Cierto que está constituida en el Congreso la Comisión del Pacto de Toledo, aunque los avances no parecen de momento muy reseñables.
El sistema tiene un déficit crónico millonario. Hace apenas unos años, España perdió más de tres millones de trabajadores. Ahora, se han recuperado algo más de la mitad, pero con unos salarios de entrada son más bajos.
Así que, aunque es fundamental recuperar todo el empleo perdido y más, y recuperar salarios para que aumenten los ingresos, también es vital tomar algunas medidas encaminadas a aumentar la base de la pirámide.
España es uno de los países del mundo con menor tasa de natalidad y con una muy alta esperanza de vida. Así que o se ataca en varios frentes o el sistema no resistirá.
Hay que tener en cuenta, además que a partir de 2023 se incorporarán al sistema de pensiones los nacidos en el “baby boom” y con pensiones altas, mientras que se incorporarán al trabajo menos de los necesarios para mantener una ratio de trabajadores-pensionistas que de tranquilidad al sistema.
Fátima Báñez se ha puesto manos a la obra y va a proponer que se pueda seguir trabajando después de la jubilación y cobrar el cien por cien de la pensión; descansar en los presupuestos el coste de las pensiones no contributivas; permitir que los jubilados elijan para el cálculo de su pensión toda la vida laboral en lugar de los últimos, ahora mismo, 21 años y sobre todo asumir el reto demográfico como asunto de Estado.
Son propuestas en la buena dirección. Vamos a ver si el PSOE se apea de sus demagógicas e ineficaces medidas y se puede avanzar.

El futuro de las pensiones

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