El PP contra Ciudadanos

Esta es una de las paradojas que con frecuencia se dan en la política. Resulta que el partido que con su voto a favor permitió la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno, se ha convertido en el principal blanco de los ataques de los populares. La explicación es sencilla: Ciudadanos es la principal amenaza, electoralmente hablando, para el PP. Las elecciones en Cataluña fueron un aviso muy serio en ese sentido, y aunque Rajoy intentó tranquilizar a los suyos, diciendo que esos resultados no eran extrapolables al resto de España, los nervios hacen mella en las filas populares.
Y es que dentro de dieciséis meses tendrán lugar las elecciones municipales, autonómicas y europeas. Una triple cita con las urnas que se presenta muy reñida. Aunque sean elecciones de distinta naturaleza, lo que salga de ellas marcará la tendencia para las próximas generales, que si el presidente del Gobierno, que es quien tiene la prerrogativa de convocarlas, no las adelanta, tendrán lugar un año después, en junio de 2020.
Los nervios han empezado a hacerse sentir entre los dirigentes del PP, y aunque en público nadie se atreve a decirlo, sí que en privado son varios los que le reclaman a Rajoy un impulso urgente en la acción del Gobierno, lo que llevaría aparejado hacer cambios en el Ejecutivo. Sabido es de la poca tendencia que tiene el presidente del Gobierno a tomar decisiones por mor de una presión externa o interna. Él tiene sus tiempos, normalmente lentos, y nadie se atreve a vaticinar si al final Rajoy hará o no esos cambios, más allá del que se pueda obligado a llevar a cabo si en los próximos meses Luis de Guindos pone rumbo a alguna institución europea.
El PP tiene un problema con Ciudadanos que no es otro que el partido de Rivera ha sabido hacerse con algunas banderas que tradicionalmente eran enarboladas por los populares. Por ejemplo, la defensa de la nación y de la igualdad de los ciudadanos independientemente del lugar de España donde vivan. Por ejemplo, la equiparación de los sueldos de los policías nacionales y de los guardias civiles con los que tienen las policías autonómicas. Hay también un factor de que Ciudadanos es un partido libre de casos de corrupción y con unos dirigentes jóvenes –Rivera, Inés Arrimadas– que conectan mucho mejor con amplias capas de la sociedad que los actuales responsables del PP. ¿Esto se puede combatir convirtiendo a Ciudadanos en el centro de tus ataques? Me temo que no y que el PP va a pagar en próximas citas electorales las diversas renuncias que ha ido haciendo a lo largo de estos años en cuestiones esenciales para su electorado.

El PP contra Ciudadanos

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