Ganar en fútbol base

Intentamos introducir a nuestros hijos en el deporte, queremos que crezca en un entorno sano, generador de buenos hábitos, con evidentes beneficios físicos derivados de cualquier práctica deportiva bien medida, por el aporte de otros beneficios intangibles añadidos a los comentados, todos esos valores que tradicionalmente han acompañado al deporte de la mano, y que casi sin darnos cuenta se van adhiriendo a los participantes durante el viaje con una naturalidad difícil de encontrar en cualquier otro ámbito de la vida.
La gran influencia que puede tener el deporte en la construcción de una autoestima sana, robusta, preparada para devolver cada uno de los reveses que la vida, sin lugar a ninguna duda, va a ir haciendo llegar al joven deportista.
Cabría debatir si todos los deportes aportan estos beneficios, si los colectivos enseñan valores diferentes a los individuales, si los entornos de cada tipo de disciplina son más o menos adecuados.
El fútbol, en concreto, disciplina en la que tantos nos hemos criado, quizá tenga el mayor potencial de todos los deportes a la hora de transmitir valores, porque no entiende de diferencias socio-económicas, en el mismo vestuario convivirán el hijo del alcalde con la hija de esos padres en paro, el del médico con el del ATS, el del obrero con la de la empresaria. Estos roles enfermizamente preestablecidos por el mundo adulto, no valen, afortunadamente, absolutamente nada dentro del campo y de ese vestuario, donde cada uno puede expresarse con libertad cumpliendo unas normas inquebrantables comunes.
Valores como la solidaridad, el compañerismo, la superación, la jerarquía, el esfuerzo, el trabajo en equipo, el respeto por los propios y ajenos, gestionar la victoria y la derrota, dominar la frustración, la ira, la rabia…y todo esto mientras caminas en grupo, sujeto a unas normas, todo esto existe en cualquier deporte, pero solo en el fútbol encontramos esa diversidad social, que bien conducida es un gran potencial para formar mejores adultos.
Los que forman el entorno del futbol base: padres, madres, abuelos, entrenadores, etc... esos mismos que meten a sus hijos por los valores que el fútbol enseña, son la mayoría de las veces los primeros en destruir con sus palabras y sus acciones ese escenario que defienden desde la colina.
Ganar en el futbol base debería ser mucho más que marcar más goles que el contrario, y claro que hay que intentar ganar, pero nunca a costa de que el gordito no juegue o apenas lo haga, o que el menos bueno vaya directo a “su banquillo”, invito a todos los colegas del futbol base, a que dejen que todos sean capitanes algún día, que todos sean titulares y suplentes, que todos participen, y que cumpliendo todo esto intenten ganar en el marcador, en lo realmente importante ya lo habrán hecho.

Ganar en fútbol base

Te puede interesar