¿Qué esperaban?

l pensamiento mágico, el ofuscado por el fanatismo o el que permanece voluntariamente adherido a una escala infantil ofrece continuas muestras de actuar sin prever ni tener en cuenta las consecuencias de los actos. Solo desde este prisma puede entenderse el ruido y las protestas provocadas por el ingreso en prisión de siete miembros del destituido Govern.
¿Qué esperaban? ¿Alguien puede pensar que saltarse la ley incumpliendo las sentencias del Tribunal Constitucional y de otros tribunales no aparejaría la correspondiente sanción?
Criticar el auto que decreta la prisión preventiva de los exconsejeros –el precedente de la fuga de Puigdemont ha pesado mucho en la decisión–, desde la perspectiva del calendario electoral parece impropio de políticos que, por otra parte, dicen respetar la independencia judicial que emana de la separación de poderes, seña de identidad de todo Estado democrático.
Pero en eso están los separatistas y quienes desde una pretendida izquierda progresista van de compañeros de viaje de las fuerzas burguesas que impulsan el movimiento secesionista. Sería el caso de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o desde fuera de Cataluña, el errático tándem que forman Pablo Iglesias y Alberto Garzón, empeñados en actuar de abogados defensores de los exconsellers del mismo “Govern” que decretó los mayores recortes sociales que ha padecido Cataluña en los últimos tiempos. Han olvidado que estos ciudadanos aceleraron el proceso secesionista a raíz de los procedimientos judiciales que investigaban la corrupción. El famoso 3%.
Se puede entender la irritación e incluso el temor que recorre las filas de los separatistas al comprobar que la respuesta del Estado va en serio. Han empezado a comprobar que “els fets del 6 y el 7 de octubre”, la asonada parlamentaria en la que tras marginar a la oposición declararon la independencia, no les va a salir gratis.
Lo que cuesta más entender es el auxilio que les prestan desde Podemos e IU. Iglesias y Garzón deberían repasar lo dicho por Paco Frutos, exsecretario general el PCE, en ocasión de la gran manifestación celebrada en Barcelona en defensa de la unidad de España. Frutos, catalán de Calella, criticó el apoyo de la izquierda populista a los nacionalistas secesionistas. “Traicionáis a la gente trabajadora”, dijo.

¿Qué esperaban?

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