Así nos ven fuera

Perdón por insistir, pero eso de muchos y muy españoles, lo rectifican el Eurobarómero y el think tank británico Demos con la colaboración del Instituto Elcano. 
Y es que, según los últimos datos (de los que Rajoy, al parecer no se entera, pues no “salen” en Marca) los españoles nos sentimos, por un lado, muy europeos (siete puntos arriba de la media) y menos españoles (baja la cifra un 4%) y –como nos explicaban estos señores–  hay razones. 
Ya saben los que se sienten tan gallegos como españoles o más catalanes que españoles o, claro, más españoles que castellanos que del pueblo donde sufren, tal vez por lo que ven a su alrededor prefieren mejor a una Europa que no repite la épica de sus dictadores o pasea el santoral de mártires y vírgenes, mientras aquí contamos con un monumento a un señor que dio un golpe de Estado y reinó en una dictadura, además de una Vírgen que es Capitana Ganeral y una organización, por oponer tres ejemplos de rabiosa actualidad, Hazte Oir, que tiene que hacérselo mirar, contra los transexuales y recibe (como la fundación Franco) dinerito de nuestros bolsillo…
Los estudiosos que firman ese trabajo “El lao débil de los españoles con la identidad nacional” (El País, miércoles 1 de marzo) aseguran que la culpa de aquel fervor la tiene el franquismo en exaltar el tronío de aquella raza admirada en el mundo ¿? mientras, más arriba de los Pirineos, había democracia, modernidad…Y claro, millones de los “muchos y muy buenos españoles” de aquel tiempo emigraron. Como ahora donde los herederos de aquella raza, mitad monje mitad soldado, empeñada en que “inventen ellos”, hoy son muy españoles de pulsera y corbata con los colores nacionales pero su cartera está en Andorra y otros paraísos fiscales.
Y muchos de los que quedan se reafirman en su identidad (por ejemplo en el partido Real Sociedad- Eibar, los dos equipos llevaban una camiseta pidiendo respeto para su lengua madre) y otros están dispuestos a todo tipo de trampas o provocaciones para proclamar una república propia. Y por la otra banda, los que hablaban catalán en la intimidad y los que necesitaron sus  votos para gobernar,  ahora se esconden tras los tribunales. Lo dice un personaje de El Roto: acabarán rompiendo España de tanto zarandearla. En resumen que muchos tienen muy claro que la única forma de salir de esto es por la frontera. 

Así nos ven fuera

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