Ceguera de amor

Al principio pensé en titular “¿perdieron el juicio? para llevarles a ustedes mi opinión sobre el caso Nóos o, incluso, un rotundo “perdimos el juicio” nosotros a los que nos tomaron el pelo. Para que no haya dudas firmo y afirmo que acato la sentencia, respeto a la Justicia, etc., etc.
Finalmente, eso de “ceguera de amor”le va bien al caso y a otros casos. La justicia es un caso, amigo Watson, que diría Holmes (yo no), pues recordamos que por amor –devoción conyugal, dijo su abogado en la defensa–, no sabía, no conocía y esa ignorancia y desmemoria puso a levitar a su abogado, que también es feliz, y corroboró lo que el augur Mariano dijo hace muchos meses: va a salir bien. Estoy absolutamente convencido de que saldrá bien.
La ceguera por amor se va a incluir de ahora en adelante en el Aranzadi, pues el caso tiene muchos seguidores: Ana Mato (dijo Rajoy que era inocente), la esposa de Bárcenas (“yo no hablaba jamás de dinero ni de negocios con Luis. Por suerte tenemos una vida plena y hablamos de otras cosas”). 
Y podía contarles más casos –Barberá, Milagrosa ¡conselleira de Turismo en la Generalitat Valenciana , que no sabía qué coño era Fitur!, etc. ,etc.–, pero prefiero que reflexionen sobre el argumentario de un prestigio periódico madrileño: “En el caso de la infanta es razonable que la Audiencia haya optado por seguir la petición del fiscal para absolverla, a la vista de los informes del abogado del Estado y del Ministerio de Hacienda”. ¿Recuerdan a la señora de Hacienda defendiendo nuestro dinero con el chiste de que “eso de Hacienda somos todos, es publicidad” o el abogado del Estado que es, como su nombre propio indica del Estado. 
Pero sigamos con la tesis del periódico: “En cuanto al resto de la sentencia la Audiencia de Palma ha fijado unas penas muy inferiores a las solicitadas por la fiscalía, absolviendo a once de los diecisiete acusados” O sea: por un lado –como loa el editorialista– hace caso al fiscal y por otro, como también aplaude el periódico, no atiende las peticiones del fiscal. 
¡Qué país, compañeros! Hay otros vencedores en este juicio: el caso Nóos, ya no es el caso de la infanta o de la corrupción del Partido Popular en Madrid, Valencia y Baleares. ¡Sombrerazo!

 

Ceguera de amor

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