De nuevo, trampas

Otra vez las mentiras, las medias verdades, el maquillaje y los cuentos de hadas disfrazando las cuentas en un carnaval siniestro.
Las cifras, la estadística (¡como si hiciera falta algo más que un paseo por nuestra geografía personal –la familia, los amigos, el barrio, los medios informativos, etc.–) nos devuelve a la dura realidad que desde Moncloa pintan cada día color de rosa… 
Así nos confirman que los ricos son más ricos desde que el timón lo dirige el enviado por los poderes fácticos y los pobres – crecen en número – son más pobres. Nos dicen las cifras ¡oficiales! que cada vez hay más trabajadores pobres –mal pagados, con exceso horario y en precario – y entre esos dieciocho millones de empleados se encuentra el medio millón de gallegos con ingresos menores a seiscientos euros al mes y otros tantos millones en el resto del país y los parados de larga duración y las familias con todos sus miembros en paro.  
Pero hay más: las pensiones aumentaron un 0,25% y las hortalizas un 150% y la luz cien euros al año. Añadan los medicamentos que aumentaron de precio (otros fármacos fueron retirados de la lista donde entra el copago entre un 9 a un 18%. Galicia también está –bajo la égida de nuestro héroe 009– en la lista donde el número de parados es la mejor prueba para el reconocimiento de la realidad que nos rodea. 
La corrupción no para. Padecemos una justicia lenta y bajo sospecha; de que falta protección al denunciante y que falla la prometida “regeneración” y  que el ejecutivo, pese a sus golpes de pecho y afirmaciones altisonantes, no mueve ni una ceja para evitar las esquinas que permiten tantos y tantos enjuagues. 
Ahí está lista de aforados, la falta de transparencia, el sistema para elegir a los máximos representantes de la Justicia, etc., etc. No hacía falta recibir esas noticias cuando cada día nos llegan noticias de La Gürtel, la Púnica; los casos de Valencia con un mitin de Barberá –Rajoy de testigo– pagado en “B” según aparece en las cuentas que investiga la Guardia Civil. 
Y quedamos a la espera del caso de  los cursos y el conseguidor; del vino que era blanco y tinto y se repartió entre políticos de toda clase y condición… 
Por cierto: dicen que en primavera se arreglan las cosas y bajan las hortalizas. Anda ya… ¿Votamos en Marzo y esto se acaba?

De nuevo, trampas

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