Comparaciones injustas

Uno de los caballos de batalla de los socialistas en Cambados era que el gobierno popular que presidía Luis Aragunde en el anterior mandato fuese transparente y respetuoso con la legítima y necesaria labor de fiscalización que debe llevar a cabo toda oposición seria y responsable. Los continuos retrasos en la entrega de documentación requerida, de las actas de los plenos o de los acuerdos de las Xuntas de Goberno Local generaron un agrio debate político en el que el PP era criticado con dureza y con la razón de quien ve conculcados sus derechos.
Esta polémica no solo se dirimió en el ámbito político, sino que trascendió a la esfera judicial con varias denuncias, una de ellas a bombo y platillo ante la Fiscalía. Daba la sensación de que el objetivo era poner al alcalde, al alcalde del PP, bajo la sospecha permanente de que podría estar ocultando algo, en una época en la que dirigentes populares a nivel nacional eran noticia un día sí y otro también por asuntos relacionados con la corrupción y que hoy se están juzgando.
Todas esas denuncias cayeron en saco roto y el asunto no pasó a mayores, más allá de que el PP perdería poco más tarde la mayoría absoluta y pasase a convertirse, por mandato ciudadano, en el único partido de la oposición, toda vez que los otros cuatro con representación municipal alcanzaron un acuerdo que desencadenó la archifamosa elección de Fátima Abal, del Partido Socialista, como alcaldesa de Cambados.
El camino del cuatripartito no ha sido fácil hasta el momento, pero ahí continúa y todo parece indicar que con sus diferencias de criterio en algunos asuntos acabarán el mandato. Su gestión política, como no podía ser de otra manera, está siendo contestada por el PP en su papel de oposición, que ahora se ve mermada al no tener a su disposición en un tiempo prudencial ni las actas de los plenos ni los acuerdos de las Xuntas de Goberno Local, o sea, lo mismo que le ocurría en legislaturas pasadas y que motivaron las denuncias judiciales, que mucho me temo que se van a reproducir ahora en un claro ejemplo del dicho de donde las dan las toman para que cada cual pruebe de la misma medicina.
Estoy seguro de que este retraso no responde a una consigna política y que una parte de la demora, desconozco el porcentaje, depende de la burocracia propia de las administraciones locales, haciendo bueno aquello de que las cosas de palacio van despacio.
Sea de quien sea la responsabilidad, hay un partido político, el único que está en la oposición, que está obligado a esperar un año para recibir algunos documentos, algo que no parece lógico en los tiempos que estamos y que el gobierno local de Cambados debe corregir de inmediato para evitar las suspicacias de algunos y que se establezcan comparaciones que en términos políticos además de injustas son de mal gusto para quien se siente aludido.

Comparaciones injustas

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