El día de la marmota

La situación política en Cambados se parece cada día más, salvando las distancias, a la vivida en plena ebullición del proceso soberanista en Cataluña al estar plagada de fechas decisivas que solo sirven para dilatar la solución a un problema poniendo otra fecha también determinante, que dará lugar a una nueva y así sucesivamente hasta que por mera estrategia electoral alguno de los cuatro partidos que sustentan el gobierno decida romper, apartarse y tratar de buscar una posición lo más ventajista posible de cara a los comicios que están por llegar.
Hoy, si nada se tuerce, se reúnen los responsables del gobierno nacido antes del pacto para analizar cómo se encuentra de salud en un momento en el que la entente parece lejana con posturas públicas y privadas que no invitan al optimismo.
Lo último, que en nada será lo penúltimo, es que el concejal de Pode, José Ramón Abal Varela, exige la dimisión del portavoz salido del pacto firmado en su día y que cada edil publicite su gestión según su propio criterio, para que nadie se arrogue lo de otro. En principio no se trata de algo difícil de asumir, con la salvedad de que eso supondría una destitución encubierta porque en el pacto sí aparece la figura de un portavoz municipal. Y ahí entra en juego lo que diga Somos, que ostenta el cargo a través de Xurxo Charlín, por cierto, que hace gala de un mutismo absoluto desde que estalló la crisis y asumiendo de facto la demanda de Pode.
Todas las conjeturas sobre lo que sucederá en la reunión de hoy son al mismo tiempo válidas y desechables porque en realidad todo puede suceder. Desde que fumen la pipa de la paz hasta que algún partido se vaya o lo echen o que se emplacen a una nueva y decisiva reunión para caer en un bucle que solo parará la fecha de las próximas elecciones.
Han sido tantas las crisis de gobierno en Cambados que recuerdan a aquella película en la que un periodista, por aquello de poner como ejemplo el oficio de uno, se ve obligado a contar una noticia una y otra vez porque se repite de forma constante sin que haya un remedio claro para acabar con esa situación.
El actor principal del film era un joven Bill Murray que interpretaba a un hombre del tiempo que se desplaza a un pequeño pueblo para cubrir la información del Día de la Marmota. De regreso a su ciudad, una tormenta le obliga a volver a la localidad en cuestión y a partir de ahí al despertarse cada mañana comprueba atónito que comienza una y otra vez el llamado Día de la Marmota. Se trata de la película estadounidense “Atrapado en el tiempo”, una ficción que versa sobre las costumbres de los granjeros para predecir el fin del invierno basándose en el comportamiento del animal cuando sale de hibernar.
En Cambados no hay ninguna tradición vinculada a una marmota, pero sí una situación política atrapada en el tiempo. A ver si la reunión de hoy sirve para despejar dudas o volvemos al bucle de las crisis cíclicas con nuevos encuentros decisivos.

El día de la marmota

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