El fondo de la Ciudad del Vino

s una verdadera pena que el nombramiento de Cambados como Ciudad Europea del Vino se haya convertido en elemento de discordia entre políticos. En el fondo todos se sienten orgullosos, como para no estarlo, de que la capital del albariño reciba una distinción internacional tan importante, pero en el día a día la sensación del observador es que la batalla entre los que buscan protagonismo y los que querían tener mando en plaza y no pueden no cesará hasta el último día y aún así se convertirá en elemento de debate electoral en próximas campañas. 
Los consensos alcanzados, a base de que unos y otros forzasen sus tragaderas, parecen ficticios y, a tenor de lo que se desprende de las reuniones de la comisión de seguimiento unos buscan éxito para vanagloriarse ante los otros y los otros regodearse en caso de que haya fracaso. Los problemas no solo se producen entre gobierno y oposición, baste recordar el duro rapapolvo que el portavoz del BNG, Víctor Caamaño, le dio en un Pleno y en declaraciones posteriores, al edil de Pode, José Ramón Abal Varela, a la sazón responsable de Enoturismo y cabeza visible de la Ciudad Europea del Vino. El munícipe nacionalista puso los puntos sobre las íes acerca de la necesidad de buscar consensos y repartir protagonismos. Mientras el PP se frotaba las manos ante este panorama, la Xunta pasaba de puntillas por uno de los acontecimientos más importantes que se producían en Cambados en muchos años.
El partidismo, que comenzó en el seno del cuatripartito pese a que se limasen después las diferencias -al menos en público-, tuvo su culmen en la actitud de la Xunta de Galicia con una implicación mínima y que no podía ser menor por decoro. Hubo críticas, Cambados levantó la voz, obtuvo buenas palabras y declaraciones de mejores intenciones por parte del Ejecutivo gallego, pero al final poco rédito dieron. La Diputación sí se implicó un poco más en diferentes actividades, pero lo cierto es que se precisaba de la participación directa de las tres administraciones para que no solo los actos programados, sino la proyección internacional de Cambados y toda la comarca de O Salnés brillara como se merece.Todos estos antecedentes nos llevan ahora a una nueva polémica, que no será la última, como consecuencia de la organización de un encuentro de cofradías enogastronómicas que según el Partido Popular ya tiene fechas, que el concejal responsable desmiente, imagino, al dar la callada por respuesta. Unas invitaciones y unos carteles anunciando el evento son las pruebas que esgrimen los populares para acusar al edil de Pode de “mentir”, algo muy grave en política y que, desgraciamente, se está convirtiendo en una frivolidad.
Es lógico que los conservadores quieran influir en las decisiones, no en vano representan a un porcentaje muy elevado de cambadeses, por lo que merecen que José Ramón Abal Varela les conteste y aclare de una vez por todas si hay fechas definidas o no para el encuentro de las cofradías. Es tan sencillo como eso, porque si deja correr el tiempo puede que las directivas de esos colectivos a las que se pretende invitar tengan otros compromisos que coincidan con el de Cambados y se vean en la disyuntiva de elegir y eso podría conllevar a un triste final que la capital del albariño no merece. Así, pues, aunque solo sea por aquello de quedar bien, profundicen y lleguen hasta el fondo pero, ojo, no caigan en él.

El fondo de la Ciudad del Vino

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