Incolora, inodora e insípida

El agua es incolora, inodora e insípida, lo que significa que ni tiene color, ni olor, ni sabor, a no ser que usted vaya al colegio de Carril y abra el grifo. Entonces se encontrará con un líquido rojizo que va mudando a transparente a medida que se escapa por el desagüe hasta alcanzar al cabo de un rato la forma que habitualmente conocemos.
Los primeros análisis apuntaban a que el agua era potable y al mismo tiempo que se indicaba esto, las autoridades educativas recomendaban no utilizarla a la espera de las nuevas conclusiones procedentes del laboratorio que, todo sea dicho de paso, se retrasan más de lo debido. Aún así, todo sea por la seguridad de la comunidad escolar, que ha puesto el grito en el cielo ante el temor de que le pueda pasar algo a los niños que, sedientos, se decidan a echar un trago. 
La lógica apunta al desgaste de las instalaciones del centro escolar que datan de los años sesenta y que en todo este tiempo todavía no se han renovado como correspondería. Además de una fontanería obsoleta, la imagen que ofrece no es la adecuada para un colegio de estos tiempos.
Las necesidades en infraestructuras educativas son enormes y no solo en Vilagarcía. Pienso que en todos los municipios arousanos podemos encontrar colegios que mantienen los servicios gracias a los remiendos que se le practican cada verano y en este sentido es comprensible que la Administración autonómica no pueda atenderlo todo porque los recursos son escasos, pero hay situaciones como la del centro escolar de Carril que merecen una atención adecuada y urgente. Son muchos años, incluso décadas, de espera y ya va siendo hora de que este colegio se convierta en prioridad ante el riesgo de que los padres, como ya advirtieron, pidan el cierre de los baños con todas las consecuencias que esta medida conlleva.
Tienen el apoyo del Ayuntamiento y eso es un punto a su favor a la hora de gestionar estas mejoras ante la Consellería de Educación. Lo importante en estos casos es que los padres sientan el amparo de la administración más cercana, que si bien no tiene las competencias para resolver el problema sí puede ejercer una función determinante a la hora de conseguir el objetivo, que no es otro que los niños que estudian en el colegio de Carril puedan ir a un baño en condiciones, con total normalidad y saciar su sed con un agua incolora, inodora e insípida, es decir, que no tenga color, ni olor, ni sabor.
Al parecer, la obra es costosa y la Administración autonómica propone ir a escote con el Ayuntamiento como si fuesen un par de colegas tomando un café en un bar. Si la relación es buena, seguro que alcanzan un acuerdo y de ello dependerá la reunión que el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, mantendrá próximamente con el conselleiro de Educación, Román Rodríguez. A priori, la sintonía es buena y entre buenos amigos, las facturas pueden llegar a compartirse en función de los ingresos de cada cual. Veremos.

Incolora, inodora e insípida

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