Versión inverosímil

Para una vez que el Gobierno decide informar en caliente sobre un encuentro político de alto relieve,  cierto es que bien podría haberse ahorrado la comparecencia. Entiendo que debe de resultar harto complicado para un portavoz  dar cuenta de una reunión a la que no se ha asistido;  hacerlo, además, abierto a preguntas posteriores de los periodistas y, siguiendo muy probablemente instrucciones superiores, obligado a  realizar una faena de aliño. Todo un marrón. Pero, pese a ello, lo que no cabe es hacer una rueda de prensa inverosímil. 
Fue lo sucedido el jueves con la presencia ante las cámaras del ministro portavoz Méndez de Vigo para avanzar lo tratado en Moncloa entre el presidente Rajoy  y el recién reelegido secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez. Un encuentro entre dos dirigentes  que se tienen muy poca o ninguna empatía,  que no se habían visto las caras desde agosto del año pasado y que terminó entonces como el rosario de la aurora.
Pero más que por todo eso, la entrevista del jueves tenía especial interés por los temas que inevitablemente habrían de estar sobre la mesa, empezando por el desafío independentista en Cataluña, siguiendo por el establecimiento del techo de gasto como antesala de los presupuestos generales del Estado y continuando por todo lo demás que se quiera. 
Pues bien, de hacer caso al ministro portavoz, de todo ello apenas hubo nada: mucha política internacional, ausencia de cuestiones económicas y sobre Cataluña, poco más que cuatro cosas archisabidas, cual es la “coincidencia sustancial en lo esencial” de que el referéndum allí previsto para el 1 de octubre es ilegal e inaceptable.  ¿Y para eso dos horas y media de conversa?
Tiempo le faltó a la portavoz socialista, Margarita Robles, para ofrecer una versión al menos más verosímil del encuentro, aunque interesada -todo hay que decirlo-,  porque de otra manera no se entienden sus incursiones por querellas políticas que nada tenían que ver con la reunión de Moncloa. 
La que fuera alto cargo de Interior con Juan Alberto Belloch y no sé cuántas cosas más en el Poder Judicial avanzó que el Partido Socialista está dispuesto a tomar iniciativas legislativas si el Gobierno no mueve ficha en el conflicto catalán. Lo que, no obstante, cabe repreguntar es por qué ellos no lo han hecho ya. Porque lo de la España federal sigue tan en la nube como en el primer día de su concepción.
La señora Robles pidió también “mesura” para no llegar a aplicar en aquel territorio el artículo 155 de la Constitución. En realidad,  tal virtud ya la viene practicando Rajoy desde hace tiempo.  
Lo que sucede en es que, por aquello de la distinta vara de medir que utilizan si del Gobierno y del PP se trata, a eso el PSOE y sus altavoces mediáticos lo llaman inacción.
 

Versión inverosímil

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