Negligentes

Cuando uno cree que ya lo ha visto todo, la realidad le vuelve a sorprender desagradablemente. Es el triste día a día de la política municipal firmada por el PSOE. Sin duda son el mayor enemigo que se recuerda de la imagen pública de una ciudad fantástica, que ha caído en manos de un grupo limitado (en número de concejales y en recursos, como ellos mismos mienten cuando se refieren a lo económico, aunque no lo tengo yo tan claro si es que hablan de capacidades…) 
La gente, a pie de calle, sigue alucinando. La caza de brujas invisibles que libran los socialistas de Alberto Varela contra “el enemigo” da lástima. Durante el primer año de gobierno les pareció que el argumento de que todo era culpa del PP (lo de desbloquearle el gobierno, permitirle que cobren a final de mes o darle superávit a las arcas, no, eso no) lo podrían utilizar siempre, y hace muchos meses que se les pudrió en la boca y ahora apesta cada vez que la abren para mentir y tergiversar. El ridículo de los desautorizados concejales (Miro Serén y Pérez Callón) por parte de su jefe de filas, Alberto Varela, tendría que ser causa suficiente como para tener las agallas y plantearle al que maneja los hilos que no dan la talla, que han rozado demasiadas veces la tragedia y que de tanto jugar con fuego nos van a quemar a todos. Pero no. Y no lo hacen porque no son capaces de reconocer que no han nacido para esto. Que hay que venir aprendidos de casa. Que un Concello no se gobierna como una panda de amigotes. Que hay que ser serios, parecerlo y asumir responsabilidades. Pero no, ellos, no.
Miren, de tanto escribir uno va teniendo conceptos y significados muy claros. ¿Saben qué significa “negligencia”? Pues: “descuido, falta de cuidado” en su primera acepción y “falta de aplicación” en la segunda. Es de traca. Parece que lo hayan decidido en la RAE una vez conocido el siniestro de Fexdega. Están muy interesados en el gobierno en asegurar que fue un lamentable accidente. Es cierto. Pero la causa, la clave de todo este lío con niños hospitalizados y lesionados de por medio, no fue el infortunio o la casualidad. Esa fue la consecuencia. Que es que se lían con los conceptos en el PSOE (ya saben, los del “No es no”, pero… al final…). La causa real es que “alguien” decidió colocar material pesado en el sitio equivocado. Alguien no revisó en 18 meses el recinto y su seguridad. Alguien se confió y le salió mal y alguien, en el primer momento tras conocerse el incidente, su primera reacción, lo primero que soltó por esa boca, fue que la culpa había sido del PP… en la vida se pueden ser muchas cosas, pero lo de ser buena o mala persona es una elección de cada uno, de cada día, y aquí, al frente de determinadas áreas hay gente que, sinceramente, no lo es. No es justo y por eso no pueden seguir en el lugar que ocupan.
Estoy enfadado y estoy dolido. Las dos veces que han abierto la boca en una semana desde el gobierno han sido para intentar engañar a la ciudadanía. Ya sé que son especialistas en esto, pero ya está bien. No se puede ir así por la vida. Esto no es un rifirrafe entre partidos. La negligencia de las decisiones o la falta de ellas del grupo de gobierno se ha saldado con un accidente muy grave, que por suerte no se ha cobrado víctimas mortales. El PP, desde el minuto 1 y siempre, ha antepuesto el estado de los niños a todo lo demás. Hemos pedido informes que se nos han negado y se nos ha acusado, 18 meses después de haber dejado Ravella, de todo. Sobreentiendo que para Varela, Serén, Callón y compañía, mis compañeros y yo también seremos los responsables de lo de JFK y hasta de matar a Manolete… Me da igual porque es tan ridículo que si tuvieran un mínimo de categoría caerían de la burra esa en la que cabalgan, vociferando y vomitando mentiras, directos al precipicio.
La pandilla que se han montado en Alcaldía, que cada vez más gente identifica con una empresa de chapuzas salida de los tebeos españoles, cutre y peligrosa, se piensa que todo vale, que aquí con el comodín de acusar al PP se resuelve todo, que la vagancia y el descuido merecen una concejalía, que se puede jugar con la vida de los triatletas, que se puede poner en riesgo la vida de los niños, que se puede acusar siempre a los demás e intentar cargar las culpas al eslabón más débil de la cadena sin que la cabeza se vea afectada. 
Para ser concejal de Educación, lo primero que hay que hacer es tener educación. Y para ser concejal de Seguridad, lo primero que hay que hacer es tener la seguridad de que no estarías mejor en tu casa sin poner en riesgo a toda una ciudad un día sí y otro también. La gente lo ve muy claro. El odio, la incompetencia y la chulería parece que le nublan el juicio a los que, de momento, siguen gobernando Ravella…
*Portavoz del grupo municipal del Partido Popular en Vilagarcía

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