La “Orde-Nada” de terrazas

El movimiento se demuestra andando y la incompetencia, en algunos políticos, gobernando. Me refiero, inequívocamente, al espectáculo dantesco y teatralizado que están llevando a cabo desde Ravella con la patata caliente de la ordenanza de terrazas. Patata por cierto que no era tal y que les llevó a quemarse el cielo de la boca por no saber soplar a tiempo. No se cumplía pero no había grandes problemas hasta que un día el alcalde se vino arriba (concretamente el 12 de octubre de 2015) y confesó públicamente, en este mismo diario, lo que ya todo el mundo sabía en la ciudad: “BARRA LIBRE” para incumplir la ordenanza de terrazas de 2012, que por cierto, sigue de pleno vigor actualmente, por más que le duela a alguno.
El teatrillo este que se han montado para intentar vender un diálogo inexistente con partidos políticos y hasta hostelería, tiene en los papeles protagonistas al propio alcalde y a la concejala de Urbanismo, que como este gobierno está en minoría, parecen no haber nombrado a nadie como responsable de Promoción Económica. No me he vuelto loco. Me consta que hay un edil, Pérez Callón concretamente, que en teoría (porque en la práctica se ve que no se atreve) tendría que atender estos asuntos. Pues lo dicho, que Callón, en lugar de ser uno de los cabeza de cartel se ha quedado relegado a mero acomodador del patio de butacas, (no sé si porque no da la talla, si porque no le apetece o si porque le siguen retirando responsabilidades poco a poco, como es evidente). El caso es que no están todos los que son ni son todos los que están. Unos faltan a las reuniones que tendrían que encabezar como máximos responsables políticos del área y a otros no les invitan. Me refiero a las decenas de hosteleros que asisten atónitos al repaso de titulares de prensa sobre la ordenanza que les va a penalizar y sancionar durante los próximos años, pero de la que nada conocen. Nadie se ha dignado a explicarles en qué consisten las medidas de castigo a las que se exponen y mucho menos le han preguntado su opinión. No vaya a ser…
Este alcalde, que prometió ejercer el diálogo, recuerda cada vez más a Pinocho. No por ser de madera, ya que más bien parece de hojalata si atendemos a la poca permeabilidad que muestra con todo el mundo y lo altivo de su actitud en el día a día, sino por aquello de decir tantas mentiras… Desafortunadamente para él no hace falta que te crezca la nariz un par de palmos para que todo el mundo se mofe de ti cuando pasas porque eres incapaz de mantener lo que has dicho minutos antes. La mentira compulsiva es lo que tiene. Que te permite decir una cosa y la contraria sin llegar a ruborizarte, pero que la gente que te escucha no se cree ni la una ni la otra. ¿Que cómo se hace…? Pues ni idea, yo no soy del PSOE de Vilagarcía…
Y el final de la obra acaba mal. Más cerca de una tragedia griega que de una bonita historia de reconciliación. La “orde-nada” de terrazas no pinta bien, porque realmente no va a ordenar nada y veremos hasta qué punto Varela se enfunda el traje de recaudador de impuestos de siglos atrás o bien se deja puesto el de político que prefiere pasar olímpicamente de todo porque supone demasiado esfuerzo. Difícil decisión entre sus dos versiones hasta ahora compatibles.
En lo del toque de queda, finalmente, ha tenido que plegarse en parte ante la lógica. Quedó mal, de nuevo. Fatal diría yo. Quiso dar un puñetazo encima de la mesa y la razón le dio un puñetazo, figurado, en pleno rostro. Quería poder decir que el documento lleva algo de su cosecha y la cosecha ha sido el hazmerreír del sector, hasta de los de Ahituvi. El enésimo bandazo se quiere disfrazar ahora de giro copernicano hacia el consenso pero eso, señores míos, no se lo cree nadie.
Y en el asunto de la recogida del mobiliario, a alguien del gobierno se le encendió una bombilla para resolverlo: “pues les cobramos!”. Un aplauso! De los creadores del “hagan lo que les plazca que no voy a hacer nada” (muy de su estilo), llega: “hagan lo que hagan les voy a cobrar, o mediante multa o mediante tasa”. Chapó!
Es lo que tiene creerse por encima del bien y del mal. Que siempre tu última ocurrencia te parece la mejor y te sorprendes cada mañana de lo bien que gobiernas y lo genial que eres, y la falta que le hacía a Vilagarcía alguien como tú apoltronado en el sillón de Alcaldía. Luego te despiertas y te das cuenta que esas masas enloquecidas por tu buen hacer son solo parte de tu imaginación y que tienes un pueblo enfadado, con una hostelería a la que le has faltado al respeto y que solo en tu círculo más cercano te dan la razón les digas lo que les digas. Allá tú Alberto, sigue así…
*Portavoz del grupo municipal
del Partido Popular en Vilagarcía

La “Orde-Nada” de terrazas

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