Tener que tragar sapos

El noble arte de tener que tragarse sapos indigestos se libra a diario en la parte noble del Concello de Vilagarcía, y en la sede del PSOE vilagarciano, a partes iguales. No me refiero a los que no quieren ni ver en pintura al alcalde y a su séquito, a pesar de ser socialistas de toda la vida, que haberlos hailos (bastantes). Me refiero precisamente a ese grupo de gobierno y acólitos que estos días están a régimen de anfibios. Una dieta rica en sapos y de postre, culebras, concretamente las que saldrán de sus bocas cada vez que tienen que hacerse fotos con quien no quieren, o cada vez que huyen de actos de partido en los que le siguen poniendo faltas de asistencia.
¿Será porque están enfrascados en hacer vida municipal y gobernar Vilagarcía? Ojalá!, pero no. En su día a día, también tienen que comerse sus marrones. El sapo del compostero de A Coca podría ser hasta una charca completa. Lo del conflicto de Os Duráns es otra ciénaga de libro. Y luego están las chapuzadas que se avecinan… ya verán. Un consejo: guarden las fotos que salen publicadas estos días, que van a traer cola…
A lo que iba. Que sorprende que quienes llamaron “traidores” a los que primero eran de Pedro Sánchez y luego no, porque había sillones de por medio (y porque “NO” es “SÍ”), hayan traicionado lo que dijeron para recibir con los brazos abiertos a Patxi. López, que fue Presidente del Congreso (“El Breve”) ahora ya no es tan amiguito de quien le puso en lo alto de la Tribuna. Ahora es el otro bando y ya se ha empezado a pegar navajazos políticos con Sánchez, que lo ningunea hasta el punto de no considerarlo ni candidato. Los paseos y cafés por la calle Castelao toman el relevo de los tragos de la fuente de Castroagudín. Claro… ahora dirán que reciben a todo el mundo… claro… si no fuera porque el valor de la palabra de este grupo de políticos es de peso pluma y es igual de legal que una moneda de 3 euros, alguien se lo podría tomar en serio. Pero hace tiempo que se traicionaron tanto a sí mismos, que directamente nadie les cree.
El otro día vino la Presidenta de la Diputación. Así, si uno ve las fotos hasta podría parecer que son del mismo partido y que se llevan la mar de bien. Pero no hay más que verlos en directo para detectar que entre Pontevedra y Vilagarcía hay siete mares de distancia política. Que no son de la misma cuerda, y que hay quien de tanto estirar dicha cuerda y anudarla la va a convertir en soga… ya me entienden. Y con estas zarandajas, se acaba de cumplir un año desde que vino Don Abel a Ravella. Prometieron no sé qué de un frente común para acercar Vilagarcía a Vigo y mil y un proyectos más que ni están ni se les espera. Una milonga, vamos. Que lo quería era hablar de “su libro” y más concretamente del capítulo de mandar en el PSdG. Y claro, luego ves al alcalde de Vigo de anfitrión de Susana Díaz pero no ves a Varela, y claro, chirría. A ver qué hacen cuando la jefa del Sur pise Galicia en campaña. Pues que buscarán la charca más profunda que encuentren y empezarán a croar a ver si cuela y pasan desapercibidos.
Lecciones magistrales de tragar sapos pueden dar las que quieran. De hecho podrían competir en los Juegos Olímpicos. Lo peor es que la ciudadanía tiene que tragarse el sapo durante dos años más con este equipo y el ardor de estómago escocerá hasta 2019. Mientras no llega esa “purga”, habrá quien siga intentando darle besos al sapo de turno con la esperanza de que se transforme en Príncipe, aunque la realidad es que solo se transformará en “Caballero”…
 

Tener que tragar sapos

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