Queremos tener opciones

ya estarán un poco más contentos los que se rasgaban las vestiduras por la desconexión de Alvedro con ese vasto mundo que hay más allá de las fronteras nacionales. Que, por otra parte, era una queja completamente lícita, porque la oferta era más bien escasa. Nula, según la época. El próximo año, al menos, podremos elegir entre Londres, París, Ámsterdam, Milán o Ginebra como destinos con los que fantasear. Visto el panorama económico que se nos presenta, lo de ir va a estar más complicado. Pero eso es totalmente secundario; nosotros lo que queremos es tener opciones, sentir que jugamos con los grandes. Nos falta un poco para estar al nivel de Barajas o El Prat, pero es cuestión de tiempo. Lo importante es que si quisiéramos –o nos lo pudiéramos permitir– podríamos ir a ver la torre Eiffel o la Galería Vittorio Emanuele. Que nos preste más darlo todo al ritmo de la orquesta en la verbena de turno es otro tema.