la última tendencia es la OTAN. Ahora todos quieren la foto con ella. Ahora le vuelve a gustar hasta a la gran potencia americana. No fue ni de lejos una prioridad para los últimos presidentes estadounidenses. Trump llegó a plantear incluso la salida. Cómo ha cambiado la cosa en tan poco tiempo. El miedo a veces tiene este efecto. El de aunar voces, hasta ayer discordantes, frente al que se identifica como el enemigo común. Y Rusia no se ha esforzado precisamente en los últimos tiempos en librarse de esa fama. El rearme ha venido para quedarse un tiempo. Cuánto, hasta cuándo y con qué final, nadie lo sabe con seguridad.