A POBRA - La parroquia de San Isidro perdona a quienes profanaron el sagrario

El arzobispo de Santiago presidió ayer en la iglesia de San Isidro de Postmarcos un acto religioso de desagravio por la profanación del sagrario que tuvo lugar durante el robo registrado en ese templo en la madrugada del pasado 3 de febrero. Julián Barrio calificó ese acto de “execrable”, pero que pese a ello pedía el perdón para quienes de manera inconsciente o no completamente conscientes lo cometieron. Añadió que con ese escarnio “también ofendieron a Dios, que estamos seguros de que también los perdona”, como también lo hizo con la mujer adúltera, “en la que nos vemos reflejados todos”. El obispo de la archidiócesis compostelana indicó que las iglesias tienen que estar cerradas para evitar ese tipo de actos, “pero aún así hay quienes no son capaces de respetar”.

Julián Barrio, que pidió a los fieles que cuiden con mimo y cariño “la presencia de Dios”, puntualizó que más allá de todo lo que les hirió la profanación del sagrario está el respeto de las creencias que tenga cada uno de los ciudadanos. Al igual que los feligreses, que abarrotaron el templo, agradecieron con aplausos la presencia del arzobispo, este último se mostró satisfecho de compartir la eucaristía con todos ellos, en la que contó con la colaboración de varios sacerdotes del arciprestazgo de Postmarcos de Abaixo, integrantes del grupo de Adoración Nocturna y el coro parroquial. Varias autoridades locales les acompañaron en el acto, como el alcalde, Isaac Maceiras y otros ediles del Ejecutivo local, como Manuel Fontao, Andrés Millán, Encarna Montemuiño, Balbina Lojo, Suso Dieste y José Manuel Castro; el jefe de la Policía Local, Ramón Valiño, y el comandante del puesto de la Guardia Civil pobrense, Juan Carlos Mariño, entre otros.