Unos adolescentes salvan a una sexagenaria de morir ahogada en una cala de Palmeira

Un grupo de adolescentes logró rescatar a las tres de la tarde de este sábado a una mujer ahogada en una cala rodeada de rocas llamada Tarais, entre las playas palmeirenses de Río Azor e Insuela. Esos muchachos, con edades entre 14 y 22 años, se encontraban dándose un último chapuzón antes de ir a la casa de Insuela de su abuela, que celebraba su santo, cuando fueron advertidos por una pareja de que estaban escuchando unos gritos desesperados de una mujer que pedía auxilio y que se reclamasen los servicios de una ambulancia del 061. Sin dudarlo, dos de ellos, Alberto y Álvaro, de 17 años, que son dos amigos de Brión y que el viernes a Riveira, no lo dudaron y se echaron a correr por un trayecto rocoso e irregular de unos 200 metros hasta llegar al lugar desde donde hacían esa llamada de socorro.
Una vez allí, se encontraron a una mujer dentro del agua y con la cabeza sumergida, así como a sus dos perros labradores junto a ella, que le echaron en repetidas ocasiones sus patas para buscar que reaccionase y que acabaron por llenarle el cuerpo de arañazos. Curiosamente, la víctima, que es una residente del mencionado lugar de Insuela, es enfermera y la conocen como Conchita y tiene unos 60 años. Esos dos adolescentes se tiraron al agua y, aunque temían que ya podía estar muerta, pero decidieron sacarla en estado de inconsciencia, pero detectaron que por momentos aún mantenía algo de pulso. Alcanzaron las zocas desde las que se arrojaron al agua y que estaban más cerca que la orilla. En ese instante llegaron María y Miguel, prima y hermano de Alberto, respectivamente, que se también se estaban bañando con los otros chicos, entre los que estaban Manuel, Carlos, Álex, Xoana y Ana.
María empezó a practicarle a la víctima masajes cardiovasculares, tal y como vio en un reportaje en televisión. Sin embargo, como esta muchacha de 14 años no tenía fuerza suficiente para continuar, fue su primo Alberto quien retomó la reanimación cardiopulmonar de la sexagenaria. Curiosamente, aprendió a hacerla hace aproximadamente un mes en la clase de Educación Física del instituto de Brión en el que estudia. Este joven y su amigo Álvaro lograron en unos instantes que Conchita empezase al mostrar síntomas de recuperación, al expulsar parte del agua tragada.
En estas tareas recibió el relevo de una tía-abuela, que es médico y tiene la especialidad de Pediatría. Al reanimarla, los muchachos colocaron a la mujer en posición lateral de seguridad hasta que llegó una ambulancia del 061, con médico y enfermera del centro de salud de Riveira, y la evacuó al hospital. La mujer recuperó la consciencia y empezó a articular palabras, preguntando por sus perros y dando las gracias a quienes le acababan de salvar la vida. Al cierre de la edición, se estaba pendiente de su evolución.