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miércoles | 24 abril | 2024
La preocupación de los vecinos del casco urbano de Boiro, especialmente del entorno de la parcela de la Rúa Corrillo en la que se proyecta la instalación de una planta de gas, ha llegado a otras partes de la geografía gallega. De hecho, algunos afectados por una situación similar en los barrios ferrolanos de Caranza y Esteiro, que señalan que han logrado paralizar el proyecto pero que siguen vigilantes por lo que pueda pasar, contactaron con algunos de los residentes que no entienden que se vayan a instalar depósitos de gas en una zona poblada para prestarles todo su apoyo y el asesoramiento que precisen.
Según indicó una portavoz de dicho colectivo de la ciudad departamental, lograron evitar que les cambiasen de gas propano a natural, y advirtió que pese a que la adecuación de las instalaciones de GLP a gas natural se hace sin coste alguno para el cliente, “lo que sucede es que mientras ahora tienen un gasto fijo de 8 o 9 euros con el gas propano al pasar a gas natural el coste fijo se eleva a 30 euros”, y añadió que si se acaba haciendo efectivo el cambio los gastos se triplicarán y en un año la empresa ya habrá amortizado la inversión.
E indican que el GNL tiene mucho menor poder calorífico que el gas propano. Del mismo modo, los boirenses afectados también están en contacto con una plataforma de A Barcala (Cambre) que elevó su queja al Defensor del Pueblo e incluso en marzo pasado interpuso un recurso contencioso-administrativo contra la Consellería de Economía, Emprego e Industria por una resolución similar.
Por otro lado, los afectados por el proyecto manifestaron que creen que esta operación se ha realizado con una intención de ocultación de información ya que han esperado a la llegada del verano y, más en concreto, al Mundial de Fútbol para publicar la resolución y no fuese tema de conversación en los lugares de reunión, “pero non o conseguiron”. E insisten en reciminar que se les bloquee el acceso a la documentación, “xogando ao despiste, para que nos cansemos e vaiamos frustrados para casa, coa sensación de que da igual o que fagas que a planta de gas vaise instalar aínda que non queiramos, e que unha vez que estea colocada ninguen a vai a quitar”.
Esos vecinos le recriminan al alcalde que mientras ellos están preocupados por hacer alegaciones ante una instalación potencialmente peligrosa y “él está desaparecido nunha viaxe turística, a cal lle chaman institucional, e como fai sempre escapando dos problemas do Concello”. Para evitar la ocultación que le recriminan, le reclamaron que se adjunte la documentación en formato digital del anuncio de colocación de la planta de gas en el núcleo urbano del 11 de junio pasado en el portal de transparencia del Ayuntamiento por su impacto e interés social, y demandan que se interrumpan los plazos por defectos en la forma de publicación. l
