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jueves | 25 abril | 2024
La playa ribeirense de O Touro fue escenario en torno a las once y cuarto de la mañana de ayer del hallazgo del cadáver de un hombre de 46 años, que fue identificado como Erigio Davila Pereiras, natural de Vigo y que llevaba algunos días como indigente por la capital barbanzana. Fue una persona que caminaba por las inmediaciones la que dio la voz de alarma de que había una persona semienterrada por los brazos y boca abajo en dicho arenal y con la mitad de su cuerpo en el agua. Hasta el lugar llegó en primer lugar la Policía Local, que acordonó la zona, y también se movilizó una ambulancia del 061 con base en Ribeira, en la que además de su personal técnico iban una médico y una enfermera del Punto de Atención Continuada (PAC) de Santa Uxía, que confirmaron el fallecimiento del hombre.
Las unidades científica y judicial de la comisaría de Ribeira del Cuerpo Nacional de Policía abrieron una investigación para determinar las causas de su fallecimiento, y de hecho estuvieron realizando varias pruebas en el lugar. Empleados de Pompas Fúnebres del Noroeste llevaron a cabo el levantamiento del cadáver siguiendo las instrucciones del forense de guardia y ante la presencia del titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Ribeira. Según parece, a la espera de lo que determine la autopsia que estaba previsto que se le practicase en la tarde de ayer en el Hospital Provincial de Conxo, el hombre presentaba varios rasguños en diferentes partes de su cuerpo, posiblemente como consecuencia de haberse rascado contra las rocas tras caer al mar y, posiblemente, ahogarse, y las corrientes lo acabaron arrastrando hacia la arena. A raíz de lo que determinen los resultados de esos análisis forenses, se tratará de determinar si el hombre se pudo caer al mar de manera accidental al perder el equilibrio o bien de otro modo.
El ahora fallecido fue visto a comienzos de semana por el casco urbano, mientras que los vecinos de O Touro se encontraron con él hace cuatro días en la zona se interesaron por él para proporcionarle mantas, alimentos y ayuda, pero él la declinó porque les dijo que ya tenía. Los residentes detallaron que lo vieron pernoctando en una zona exterior de la caseta de socorristas que está protegida con un tejadillo, en donde fue hallada una maleta, así como cervezas y otras pertenencias. Añadieron que la última vez que lo vieron fue el jueves y que creyeron que se marchara, pues tampoco estaban allí sus cosas y no volvieron a saber nada de él hasta que apareció ayer su cuerpo.
