10º-22º
miércoles | 24 abril | 2024
La comunidad de propietarios del edificio “Escurís”, en el lugar de Pontillón, en Escarabote, ha tenido que esperar a que se recurriera a los tribunales de justicia, pero ha conseguido un primer paso firme por el que viene luchando desde 2008 por una obra dentro del mismo inmueble que no se ajusta a la licencia municipal y que supuso, ese mismo año, la incoación de un expediente de reposición de la legalidad a su promotor. Los afectados denunciaron una presunta infracción urbanística por el aumento del volumen de edificación con la construcción de sobreáticos o dúplex sobre la línea máxima de gálibo, cuando la licencia solicitada por el promotor, tras la obtención de la licencia de primera ocupación, era para instalar 14 paneles solares en la cubierta.
Después de varios pasos con notificaciones a la promotora que no llegaron muy lejos, la sala segunda del Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Santiago autorizó recientemente al Concello de Boiro a entrar en las tres viviendas que se encuentran en esa situación para que dicha administración pueda ejercer sus competencias en materia urbanística. Será a las diez de la mañana de este lunes, día 16 de marzo, cuando está previsto tenga lugar la inspección demandada para realizar un correcto informe técnico para determinar el estado actual de las obras, así como su repercusión en los elementos fundamentales de la seguridad y estabilidad del inmueble. Con ello se pretende actuar en consecuencia con dicho incumplimiento al no ajustarse a la licencia otorgada, algo que ya fue detectado por los servicios de vigilancia e inspección del departamento municipal de Urbanismo en las comprobaciones realizadas desde el exterior, al no poder acceder al inmueble al no presentarse el promotor o la persona en quien delegase.
Los inspectores municipales de Urbanismo precisaron, tras la denuncia de residentes, que se hacía una construcción cerrada y con huecos para la ventilación e iluminación por encima del espacio en bajo cubierta que no era legalizable, ya que dicho edificio ya tiene agotada la altura máxima permitida con el ático. El arquitecto municipal puntualizó en su informe de mayo de 2014 que las obras ejecutadas ilegalmente podían tener obstruidos los conductos de ventilación de baños y de la salida de humos de cocinas, lo que supone un riesgo para los inquilinos de los pisos del edificio, algo de lo que ya advirtió el presidente de la comunidad de vecinos del edificio. Y advirtió que al haber elementos de cierre en los huecos existe un alto riesgo de desprendimiento y caída a la vía pública o al patio de vecinos de la primera planta.
La Policía Local elaboró un informe en junio de 2013 tras recibir un aviso de que en el bajo cubierta, que no está destinada a viviendas, se volvían a hacer obras, supuestamente sin licencia, algo que pudieron comprobar. Los agentes municipales observaron que en el ático A había “unhas escaleras que comunicaban co que parecía ser un dúplex”, donde se estaban haciendo obras, incluso en la parte de abajo, y que en la cubierta había ventanas, alguna de ellas camuflada con planchas de aluminio.
