10º-17º
jueves | 25 abril | 2024
Había cierta expectación en O Barbanza, sobre todo en Boiro, por conocer como se desarrollaba ayer la comparecencia ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Riveira de dos de los cuatro detenidos en la operación “Conserva” llevada a cabo por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Boiro, que permitió descubrir el entramado empresarial de una familia de la villa boirense sobre la que hay sospechas de presuntas actividades ilícitas, por las que está siendo investigado. Se trataba de la hija mayor del antiguo propietario de Boiromar, cuya identidad responde a N.P.S., a la que los investigadores consideran el principal cerebro de la trama -tras el fallecimiento de su padre en enero de 2013 en Calahorra-, y un tío de ella, M.P.H. Llegaron esposados y custodiados por agentes de la Benemérita a los juzgados a las diez y cuarto de la mañana. Una hora y veinte minutos más tarde, salieron en libertad con cargos, acompañados por sus abogados, Carlos Corredoira y Jonathan Rivas, interviniendo este último de oficio.
Los respectivos letrados interesaron la libertad de sus defendidos después de que los dos detenidos se acogieron a su derecho a no declarar como ya habían hecho previamente en el cuartel de Boiro. Esa fue la recomendación que les hicieron sus abogados debido a la imposibilidad de defenderlos por no disponer de tiempo material suficiente para analizar el contenido de las diligencias que, por ahora, superan los 400 folios. De hecho, sólo pudieron acceder a las mismas momentos antes de que se produjera la comparecencia tanto del tío como de su sobrina.
Paralelamente a la puesta en libertad, por entenderse que tienen domicilio conocido, no hay riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas ni de que cometan hechos delictivos, la juez les fijó a ambos la obligatoriedad de presentarse en los juzgados cada 1 y 15 de cada mes. Del mismo modo, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción citó a ambos, así como a la viuda del expropietario de Boiromar, B.S.S., que también fue detenida esta misma semana en la operación “Conserva” y que ayer se presentó en las dependencias judiciales, para que comparezcan con la finalidad de tomarles declaración el próximo 14 de marzo. Para entonces, sus letrados ya habrán tenido tiempo para ver las diligencias aunque, por lo que ha sabido este periódico, aún quedan algunas por practicar, como el análisis de los equipos informáticos y diversa documentación hallada en los registros.
RELACIÓN
Por otro lado, en el momento de la salida, a las puertas de dichas dependencias resultó bastante evidente que la relación entre ambos imputados, pese a ser de la misma familia, no parece buena o es inexistente. De hecho, mientras por un lado se marcharon la hija mayor como la viuda del empresario fallecido, que se sospecha puso en marcha la trama empresarial descubierta a raíz de una denuncia en 2012 por un robo de la conservera Boiromar d de máquinas valoradas en cinco millones de euros, y el hermano lo hizo por el otro.
Mientras todo esto pasaba en los juzgados de Riveira, en Boiro se seguían sucediendo los comentarios sobre en entramado empresarial que montó esa familia a costa de recibir subvenciones y cerrando al poco tiempo esas instalaciones. De hecho, algunos no se cansaron de repetir en los últimos días que mucho se temían que algún día iba a destaparse todo. Por el momento, a la espera de avances en la investigación, la Guardia Civil les imputa los delitos de simulación de robo de maquinaria, alzamiento de bienes, apropiación indebida, estafa y falsedad documental.
Del mismo modo, la unidad de investigación de este caso sospecha de otro delito contra la salud pública por la presunta manipulación de conservas sin control sanitario y su distribución a distintos comercios en un bajo comercial de Escarabote, para el que tampoco contaban con la pertinente licencia de actividad empresarial y sanitaria.
