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sábado | 20 abril | 2024
Dos perros de raza podenco, de tamaño mediano y de color castaño, están sembrando el pánico en las huertas de varias viviendas de Ribeira, especialmente, en el barrio de Deán Pequeño. Fue a primera hora de la mañana de ayer cuando esos canes entraron en una propiedad privada tras rebasar un muro y causaron daños en la alambrada de las jaulas en las que estaban guardados dos conejos, a los que mató, uno de los cuales era hembra, estaba preñada y a punto de alumbrar a una nueva camada. Sus propietarios recordaron que hace un par de meses ya le mataron otra coneja que iba a parir en pocas horas, e incluso a un gato de pequeño tamaño. Saben que fueron ellos porque, tras alertarse por los ruidos que escucharon, los vieron cuando huían, saltando el cierre de la propiedad.
Los vecinos de la zona empiezan a estar asustados por lo que puedan llegar a hacer esos perros, que creen que pudieron pertenecer a cazadores y que los abandonaron hace medio año, pues ya los vieron sueltos a finales de la pasada primavera. En anteriores ocasiones en que esos podencos les entraron en sus parcelas e incluso les causaron algunos daños, además de matar algunos de sus animales los afectados no hicieron pública su queja, pues pensaron que se trataba de algo puntual. Pero, ante la reiteración de los hechos, ayer se alertó a la Policía Local ribeirense, que desplazó una patrulla hasta el lugar, e incluso se avisó al servicio de lacería para tratar de localizar a los canes, pero por el momento no los encontró para darles captura.
Algunos vecinos del barrio indicaron que después de no saber de ellos en varios días, esos dos perros se dejaron ver el lunes al mediodía por la zona del parque presidido por una palmera y su entorno, pero no le dieron mayor importancia. Varios de esos residentes en Deán Pequeño indicaron que el podenco es el ecotipo de perro conejero, cazador por naturaleza, por instinto, “pois leva no sangue as ganas e afección á caza, que lle veñen desde o berce”.
