La casa de cultura de Olveira sufre una nueva sustracción, aunque esta vez el botín fue escaso

El bar de la casa de cultura de Olveira, ubicada en el lugar de Bretal, fue víctima de un nuevo robo. El hecho de que sea un edificio ligeramente apartado de casas, lo convierte lugar por el que sienten atracción los amigos de lo ajeno. Manuel Sampedro, marido de la dueña del local, eleva la cifra de sustracciones a una docena desde comienzos del verano, en las que el importe de lo robado y de los daños causados ronda los 12.000 euros. El penúltimo robo se registró en la noche de Fin de Año, pero se llevaron un exiguo botín, mientras que en septiembre los perjuicios fueron numerosos. En esta ocasión, los cacos accedieron al interior entre la 1.00 y 5.30 horas del domingo, para lo que rompieron el cristal de la puerta principal del inmueble con un machete, que luego dejaron abandonado.

Sampedro presentó en la mañana del día 14 de los hechos la correspondiente denuncia en la comisaría, que envió a su unidad científica a recoger huellas y tomar fotos del lugar de los hechos. Los ladrones, de los que se sospecha que se trate de un conocido delincuente de Sirves y de un cómplice que vive en el barrio de Deán -los vieron merodeando por la zona junto con un hermano menor del primero-, se llevaron la caja registradora, que no contenía dinero, y el cajón de la máquina de dardos con 25 euros, y un sobre con diversa documentación y copias de denuncias por robos anteriores.