11º-23º
jueves | 18 abril | 2024
La sección compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña acogerá del 10 al 12 de abril el juicio contra el rianxeiro José Enrique Abuín Gey, alias “O Chiclé”, por el intento de secuestro de una mujer de 28 años en Boiro en la noche de la jornada de Navidad de 2017, motivo por el que fue detenido y que aceleró su imputación por la desaparición y muerte de Diana Quer en agosto de 2015. La declaración de la víctima en esa vista oral tendrá lugar sin que se produzca contacto visual con la persona acusada como autor de los hechos, al igual que su entrada y salida a las dependencias judiciales, después de la solicitud expresa de la misma, por lo que estará separada por un biombo u objeto que impida su visión. Los medios de comunicación tampoco podrán fotografiarla ni difundir imágenes de ella o de sus familiares, así como difundir información sobre su identidad.
La Fiscalía solicita 15 años, 10 meses y 15 días de prisión para “O Chiclé” por los delitos de tentativas de detención ilegal y de agresión sexual, robo con violencia e intimidación, amenazas y lesiones a la referida joven. Y pide que se le prohiba acercarse a menos de 500 metros de su víctima durante un lustro y comunicarse con ella por 10 años, y demanda que la indemnice con 15.650 euros, de los que 10.500 son por las secuelas y 5.150 por los días de perjuicios moderado y básico. El Ministerio Público indicó que “O Chiclé” se cruzó con su víctima en la Rúa Bao y que, tras cambiar de sentido su Alfa Romeo 166 para dirigirse a ella, detuvo su coche y bajó, dejando el motor encendido y la puerta abierta. Añade que, de manera inesperada, rodeó con sus brazos el cuello de la joven, dejándola inmovilizada y poniéndole un objeto metálico en la nuca y diciéndole que le diera el teléfono móvil. Ella le ofreció dinero para que la dejase marchar, pero él le replicó que “no”, a lo que ella le gritó “por favor, por favor”, pero él la trató de amedrentar con que si gritaba “córtoche”, y que se metiera en el automóvil y le diera el móvil.
La fiscal añade que al escuchar el ruido de un coche que se acercaba, él le dijo que era una broma y le preguntó si era “Carla”, a lo que ella le respondió que no y él la pide perdón y que estaba dispuesto a dejarla marchar. La víctima caminó hacia atrás sin perder de vista al acusado y, al llegar a la parte trasera del coche, él la introdujo en el maletero, quedando sentada dentro con las piernas para fuera, encontrándose con una fuerte resistencia de ella a meterlas. Concluye que dos jóvenes que pasaban por allí escucharon gritos y fueron en su auxilio, el acusado desistió de su acción y huyó apresuradamente sin lograr su objetivo. l
